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Neurólogos del Clínico y del centro de Oleiros se comunican «on-line»
Las cifras son alentadoras. La mitad de los pacientes que sufren un ictus y son tratados en el hospital de Barbanza con la colaboración «on-line» de los expertos del Clínico consiguen la autonomía a los tres meses, es decir, logran ser independientes en el día a día sin que las secuelas se lo impidan. Los datos que han facilitado desde el Sergas son optimistas y demuestran que la lucha contra esta enfermedad cerebrovascular se mantiene muy viva. Fue a finales del 2011 cuando comenzó a funcionar en el centro asistencial de Oleiros este sistema de videoconferencia que salva vidas. Neurólogos de Santiago y del hospital barbanzano se comunican «on-line» para suministrar el tratamiento y dar los pasos pertinentes.
Eso sí, solo pueden tratarse siguiendo este protocolo aquellos ictus isquémicos detectados en menos de cuatro horas y media. El tiempo juega en contra de los enfermos, y es que el tratamiento fibrinolítico que se se proporciona en el hospital barbanzano deshace el trombo que se crea en el cerebro y solo hace efecto si se suministra antes de ese período de tiempo.
Desde que se puso en marcha el tele-ictus casi una veintena de personas se han visto beneficiadas. Mediante este sistema, los médicos del CHUS tienen acceso en tiempo real a la historia clínica, a las constantes vitales y a todas las pruebas que se realicen en el hospital de Barbanza.
Evitar los traslados
Gracias al tele-ictus, los pacientes que sufren un accidente cerebrovascular y reúnen las condiciones para someterse al tratamiento fibrinolítico pueden ser atendidos en el centro asistencial de Oleiros, evitándose así los traslados a Santiago.
La puesta en marcha de este servicio requirió la formación de los médicos en herramientas informáticas y de imagen.
Cabe recordar que conocer los síntomas del ictus es clave para poder hacerle frente. Algunos de ellos son la pérdida de fuerza en un brazo, problemas sensitivos, alteraciones o inestabilidad del equilibrio.
Las cifras son alentadoras. La mitad de los pacientes que sufren un ictus y son tratados en el hospital de Barbanza con la colaboración «on-line» de los expertos del Clínico consiguen la autonomía a los tres meses, es decir, logran ser independientes en el día a día sin que las secuelas se lo impidan. Los datos que han facilitado desde el Sergas son optimistas y demuestran que la lucha contra esta enfermedad cerebrovascular se mantiene muy viva. Fue a finales del 2011 cuando comenzó a funcionar en el centro asistencial de Oleiros este sistema de videoconferencia que salva vidas. Neurólogos de Santiago y del hospital barbanzano se comunican «on-line» para suministrar el tratamiento y dar los pasos pertinentes.
Eso sí, solo pueden tratarse siguiendo este protocolo aquellos ictus isquémicos detectados en menos de cuatro horas y media. El tiempo juega en contra de los enfermos, y es que el tratamiento fibrinolítico que se se proporciona en el hospital barbanzano deshace el trombo que se crea en el cerebro y solo hace efecto si se suministra antes de ese período de tiempo.
Desde que se puso en marcha el tele-ictus casi una veintena de personas se han visto beneficiadas. Mediante este sistema, los médicos del CHUS tienen acceso en tiempo real a la historia clínica, a las constantes vitales y a todas las pruebas que se realicen en el hospital de Barbanza.
Evitar los traslados
Gracias al tele-ictus, los pacientes que sufren un accidente cerebrovascular y reúnen las condiciones para someterse al tratamiento fibrinolítico pueden ser atendidos en el centro asistencial de Oleiros, evitándose así los traslados a Santiago.
La puesta en marcha de este servicio requirió la formación de los médicos en herramientas informáticas y de imagen.
Cabe recordar que conocer los síntomas del ictus es clave para poder hacerle frente. Algunos de ellos son la pérdida de fuerza en un brazo, problemas sensitivos, alteraciones o inestabilidad del equilibrio.
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