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No es que el interés mostrado por Rois en abandonar la mancomunidad Serra do Barbanza y, por tanto, dejar de enviar sus residuos a la planta de reciclaje de Servia sea una gran noticia para la entidad, pero sí podría considerarse un mal menor si se tiene en cuenta que su posible marcha abre la puerta a la entrada de otros ayuntamientos interesados en apostar por el modelo de gestión de residuos implantado en las instalaciones de Lousame.
El propio presidente de la mancomunidad, Xosé Luis García, señalaba que la capacidad de la planta de Servia para procesar basura está «moi ao límite», así que si finalmente Rois decide no seguir vinculado a Serra do Barbanza sería más fácil la entrada de otros ayuntamientos interesados «e incluso podería ser ata beneficioso para nós». Sobre todo, porque algunos de los concellos que se han mostrado proclives al modelo de gestión de residuos de Servia tienen más habitantes.
Es el caso de Rianxo, que está seriamente interesado en entrar a formar parte de la mancomunidad. De hecho, sobre la mesa del gobierno local hay ya una propuesta planteada por Serra do Barbanza que se está estudiando detenidamente.
El propio presidente de la mancomunidad, Xosé Luis García, señalaba que la capacidad de la planta de Servia para procesar basura está «moi ao límite», así que si finalmente Rois decide no seguir vinculado a Serra do Barbanza sería más fácil la entrada de otros ayuntamientos interesados «e incluso podería ser ata beneficioso para nós». Sobre todo, porque algunos de los concellos que se han mostrado proclives al modelo de gestión de residuos de Servia tienen más habitantes.
Es el caso de Rianxo, que está seriamente interesado en entrar a formar parte de la mancomunidad. De hecho, sobre la mesa del gobierno local hay ya una propuesta planteada por Serra do Barbanza que se está estudiando detenidamente.
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