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Hace solo unos meses que la protectora de animales Arca inició su andadura, pero el poco tiempo que lleva en funcionamiento ha sido más que suficientes para comprobar que los medios de los que disponen distan mucho de cubrir la necesidad de un hogar para decenas de mascotas abandonadas. En la actualidad, la entidad tiene distribuidos en casas de acogida unos 40 gatos y 30 canes, a los que esta misma semana se sumaron dos perras encontradas en el monte Iroite en un estado lamentable. Esta situación, que sigue en aumento, ha llevado a la asociación a solicitar la implicación de los concellos.
Aunque nació en Noia, son una decena los municipios en los que actúa Arca, y a sus gobiernos se ha dirigido la protectora en busca de ayuda para poner en marcha un ambicioso proyecto que se ha denominado Basta Xa mientras buscan nuevas casas de acogida para los últimos animales que han auxiliado.
Son varias las cuestiones que plantea la iniciativa. Por un lado, los contactos con los ayuntamientos están encaminados a habilitar un espacio en instalaciones cedidas por los concellos para dar cabida a una decena de mascotas. Se trataría de contar con una red de mini refugios, de manera que asumir su mantenimiento no suponga una carga excesiva, mientras que serían los propios voluntarios de la protectora los que se ocuparían del cuidado de los animales.
Sin sacrificios
Otro de los frentes que pretende atajar la entidad con su proyecto es evitar que la población de perros y gatos abandonados vaya a más identificándolos, recogiendo a las crías para darlas en adopción y castrando a las hembras para evitar que tengan nuevas camadas.
Por último, Arca también pide la implicación de los concellos para controlar que los propietarios de mascotas cumplen con la obligación de identificarlas con el correspondiente chip.
Aunque nació en Noia, son una decena los municipios en los que actúa Arca, y a sus gobiernos se ha dirigido la protectora en busca de ayuda para poner en marcha un ambicioso proyecto que se ha denominado Basta Xa mientras buscan nuevas casas de acogida para los últimos animales que han auxiliado.
Son varias las cuestiones que plantea la iniciativa. Por un lado, los contactos con los ayuntamientos están encaminados a habilitar un espacio en instalaciones cedidas por los concellos para dar cabida a una decena de mascotas. Se trataría de contar con una red de mini refugios, de manera que asumir su mantenimiento no suponga una carga excesiva, mientras que serían los propios voluntarios de la protectora los que se ocuparían del cuidado de los animales.
Sin sacrificios
Otro de los frentes que pretende atajar la entidad con su proyecto es evitar que la población de perros y gatos abandonados vaya a más identificándolos, recogiendo a las crías para darlas en adopción y castrando a las hembras para evitar que tengan nuevas camadas.
Por último, Arca también pide la implicación de los concellos para controlar que los propietarios de mascotas cumplen con la obligación de identificarlas con el correspondiente chip.
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