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La inspección realizada por el Concello de Porto do Son descubrió que unas dos mil viviendas no pagaban por los servicios básicos
Hace unas semanas, cuando el gobierno sonense aprobó la cuenta general del año pasado, la concejala de Facenda, María José Maneiro, explicaba que los buenos resultados obtenidos en el último ejercicio tienen mucho que ver con la labor realizada para actualizar los padrones fiscales. Y lo cierto, a juzgar por los datos facilitados por el ejecutivo que encabeza Luis Oujo, es que los técnicos tuvieron mucho trabajo. No en vano, la revisión realizada sacó a la luz una cifra sorprendente: más de dos mil viviendas no pagaban por los servicios básicos.
Aunque la tarea de actualización de los padrones fiscales se inició hará un año y medio, todavía no ha concluido, así que esta cifra seguramente será mayor. Fue una reunión de la mancomunidad Serra de Barbanza en la que se trató la actualización de las cuotas por la recogida de basura la que hizo saltar la liebre, ya que de las 7.400 viviendas que se beneficiaban del servicio, el Concello solo pasaba el recibo a la mitad, así que se puso en marcha el trabajo de campo. Técnicos municipales recorrieron cada núcleo del ayuntamiento para comprobar que todas las casas tuviesen dados de alta los servicios básicos.
Pago de los atrasos
Las viviendas que no tuvieran regularizada su situación, no solo pasaron a incorporarse a los padrones correspondientes para el pago de las cuotas, sino que sus propietarios tuvieron que hace frente también al pago de los atrasos. En concreto, los afectados tuvieron que abonar con carácter retroactivo los impuestos municipales de los últimos cuatro años.
En cuanto a cómo se llegó a esta situación, el regidor sonense, Luis Oujo, explicó que había muchos casos de inmuebles sin licencia de primera ocupación que, por ejemplo, contaban con suministro de agua de obra.
Asimismo, Oujo señaló que el grueso del trabajo de campo está ya hecho y que solo faltaría por revisar las situación de las viviendas del núcleo urbano de Portosín.
Hace unas semanas, cuando el gobierno sonense aprobó la cuenta general del año pasado, la concejala de Facenda, María José Maneiro, explicaba que los buenos resultados obtenidos en el último ejercicio tienen mucho que ver con la labor realizada para actualizar los padrones fiscales. Y lo cierto, a juzgar por los datos facilitados por el ejecutivo que encabeza Luis Oujo, es que los técnicos tuvieron mucho trabajo. No en vano, la revisión realizada sacó a la luz una cifra sorprendente: más de dos mil viviendas no pagaban por los servicios básicos.
Aunque la tarea de actualización de los padrones fiscales se inició hará un año y medio, todavía no ha concluido, así que esta cifra seguramente será mayor. Fue una reunión de la mancomunidad Serra de Barbanza en la que se trató la actualización de las cuotas por la recogida de basura la que hizo saltar la liebre, ya que de las 7.400 viviendas que se beneficiaban del servicio, el Concello solo pasaba el recibo a la mitad, así que se puso en marcha el trabajo de campo. Técnicos municipales recorrieron cada núcleo del ayuntamiento para comprobar que todas las casas tuviesen dados de alta los servicios básicos.
Pago de los atrasos
Las viviendas que no tuvieran regularizada su situación, no solo pasaron a incorporarse a los padrones correspondientes para el pago de las cuotas, sino que sus propietarios tuvieron que hace frente también al pago de los atrasos. En concreto, los afectados tuvieron que abonar con carácter retroactivo los impuestos municipales de los últimos cuatro años.
En cuanto a cómo se llegó a esta situación, el regidor sonense, Luis Oujo, explicó que había muchos casos de inmuebles sin licencia de primera ocupación que, por ejemplo, contaban con suministro de agua de obra.
Asimismo, Oujo señaló que el grueso del trabajo de campo está ya hecho y que solo faltaría por revisar las situación de las viviendas del núcleo urbano de Portosín.
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