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Algunas de las trampas halladas estaban en los cierres para animales
La aparición hace pocos días de dos lobos muertos y de decenas de trampas ilegales, en forma de lazos trenzados, en la sierra de Barbanza ha dado pie a una investigación que señala a un grupo de ganaderos de la zona como presuntos responsables de colocar estos artefactos mortales. Fuentes cercanas a la investigación realizada por el Seprona, en colaboración con personal de la Consellería de Medio Ambiente, confirmaron esta sospecha, que se fundamenta en varios motivos.
El principal y más evidente surgió en el mismo día en que aparecieron los dos ejemplares de lobos en estado de descomposición. Y es que el lazo que mató a la loba ibérica formaba parte de un cierre que sirve para guardar ganado mostrenco. Según explicó un testigo del colectivo ecológico Axena, que encontró a los animales y alertó al Seprona y a Medio Ambiente, el individuo o individuos que colocaron estas trampas «habían levantado ligeramente la alambrada para así dejar el hueco suficiente para que un animal pueda pasar pero que al intentarlo del todo se quede irremediablemente atrapado por el lazo».
Otro de los indicios que hace pensar que la autoría de estos delitos medioambientales no tiene nada que ver con cazadores furtivos, es el hecho de que los animales apareciesen abandonados a pocos metros de las trampas y nadie se preocupase de llevárselos a «modo de trofeo». Además, las mismas fuentes cercanas a la investigación apuntan que «los furtivos prefieren disparar y no poner trampas como las que se encontraron por ahora».
Problema histórico
La relación que desde siempre han mantenido con los lobos, tanto los ganaderos como los comuneros de Barbanza, no ha sido la mejor. Aún así, en la mancomunidad Serra do Barbanza, que aglutina a los profesionales del monte en la comarca y que posee más de mil cabezas de ganado, manifestaron ayer a través de su secretario, Manel Santos, que lo sucedido con los dos lobos muertos y las 25 trampas localizadas es algo que nadie puede consentir: «Otra cosa es el problema que existe desde hace tiempo y que en los últimos años se ha disparado. Esto tenemos que solucionarlo, pero no poniendo trampas y ejerciendo la justicia por nuestra cuenta.
Mientras, entre los ganaderos de Porto do Son, Boiro, A Pobra y Lousame, la percepción que existe es diferente. Un portavoz de este colectivo, el pobrense Manuel Boo, señaló que no conoce a nadie de su gremio que ponga trampas para evitar ataques, aunque también señala que «os gandeiros teremos que protexer as nosas bestas. Non teño noticias, pero se chega a confirmarse isto, tampouco me parece mal porque nós estamos desprotexidos e ningún político atendeu as nosas demandas o ano pasado cando mataron 200 cabezas de gando».
600 cabezas muertas
Desde el 2008
Los afectados dicen que esta situación nació en el 2008 y las pérdidas por el ganado muerto son casi inasumibles.
200 ataques mortales
Durante el 2011
Los ganaderos denuncian la muerte de 200 vacas, ovejas y potros salvajes el último año.
23 en el 2011
Datos de la Xunta
El Gobierno gallego cifró en 23 los ataques de lobo en la sierra de Barbanza durante el 2011.
La aparición hace pocos días de dos lobos muertos y de decenas de trampas ilegales, en forma de lazos trenzados, en la sierra de Barbanza ha dado pie a una investigación que señala a un grupo de ganaderos de la zona como presuntos responsables de colocar estos artefactos mortales. Fuentes cercanas a la investigación realizada por el Seprona, en colaboración con personal de la Consellería de Medio Ambiente, confirmaron esta sospecha, que se fundamenta en varios motivos.
El principal y más evidente surgió en el mismo día en que aparecieron los dos ejemplares de lobos en estado de descomposición. Y es que el lazo que mató a la loba ibérica formaba parte de un cierre que sirve para guardar ganado mostrenco. Según explicó un testigo del colectivo ecológico Axena, que encontró a los animales y alertó al Seprona y a Medio Ambiente, el individuo o individuos que colocaron estas trampas «habían levantado ligeramente la alambrada para así dejar el hueco suficiente para que un animal pueda pasar pero que al intentarlo del todo se quede irremediablemente atrapado por el lazo».
Otro de los indicios que hace pensar que la autoría de estos delitos medioambientales no tiene nada que ver con cazadores furtivos, es el hecho de que los animales apareciesen abandonados a pocos metros de las trampas y nadie se preocupase de llevárselos a «modo de trofeo». Además, las mismas fuentes cercanas a la investigación apuntan que «los furtivos prefieren disparar y no poner trampas como las que se encontraron por ahora».
Problema histórico
La relación que desde siempre han mantenido con los lobos, tanto los ganaderos como los comuneros de Barbanza, no ha sido la mejor. Aún así, en la mancomunidad Serra do Barbanza, que aglutina a los profesionales del monte en la comarca y que posee más de mil cabezas de ganado, manifestaron ayer a través de su secretario, Manel Santos, que lo sucedido con los dos lobos muertos y las 25 trampas localizadas es algo que nadie puede consentir: «Otra cosa es el problema que existe desde hace tiempo y que en los últimos años se ha disparado. Esto tenemos que solucionarlo, pero no poniendo trampas y ejerciendo la justicia por nuestra cuenta.
Mientras, entre los ganaderos de Porto do Son, Boiro, A Pobra y Lousame, la percepción que existe es diferente. Un portavoz de este colectivo, el pobrense Manuel Boo, señaló que no conoce a nadie de su gremio que ponga trampas para evitar ataques, aunque también señala que «os gandeiros teremos que protexer as nosas bestas. Non teño noticias, pero se chega a confirmarse isto, tampouco me parece mal porque nós estamos desprotexidos e ningún político atendeu as nosas demandas o ano pasado cando mataron 200 cabezas de gando».
600 cabezas muertas
Desde el 2008
Los afectados dicen que esta situación nació en el 2008 y las pérdidas por el ganado muerto son casi inasumibles.
200 ataques mortales
Durante el 2011
Los ganaderos denuncian la muerte de 200 vacas, ovejas y potros salvajes el último año.
23 en el 2011
Datos de la Xunta
El Gobierno gallego cifró en 23 los ataques de lobo en la sierra de Barbanza durante el 2011.
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