:logo-lvg: | Barbanza
La cuerda se tensa cada vez más entre los pulpeiros -solo en Ribeira hay cien embarcaciones afectadas- y la Consellería de Mar. La Xunta se mantiene firme y no quiere cambiar el plan que aprobó para la captura del cefalópodo y el sector insiste una y otra vez en que esas pautas de trabajo son insostenibles, sobre todo, en lo que respecta a dos cuestiones: la obligación de identificar las nasas y el hecho de que la flota que trabaja desde Corrubedo a Cabo Silleiro -por ejemplo, la de Ribeira y A Pobra- tenga que traer las nasas a tierra los viernes. Así que los naseiros prevén movilizarse. El sábado será cuando, en el marco de una reunión de la federación de cofradías en A Coruña, se defina bien la estrategia a seguir. Pero la posición de Barbanza, adoptada en asambleas celebradas en los pósitos, permite adivinar qué se hará: no se prevé coger pulpo tras la veda.
El día 1 termina el paro del pulpo. Si las cosas fuesen bien, esa debía ser una buena jornada para la flota naseira de la comarca, que volvería al trabajo. Pero como no comulgan con la normativa aprobada para la captura de su recurso, prevén quedarse en tierra. Todo ello acabará de concretarse el sábado en la citada reunión. De momento, en la comarca ni siquiera se van a solicitar los identificativos para las nasas en previsión de que no se vaya al mar el día 1.
Para que las cosas cambien, el sector exige que como mínimo Mar ceda en los dos puntos citados. Es decir, que en la ría de Arousa se puedan dejar las nasas caladas de forma permanente y que la flota no esté obligada a identificar cada aparejo. La consellería dijo en varias ocasiones que el plan es el aprobado y que no hay más vuelta de hoja. Así que toca esperar para ver qué sucede. De momento, los ánimos están muy encendidos a lo largo y ancho de Barbanza.
El día 1 termina el paro del pulpo. Si las cosas fuesen bien, esa debía ser una buena jornada para la flota naseira de la comarca, que volvería al trabajo. Pero como no comulgan con la normativa aprobada para la captura de su recurso, prevén quedarse en tierra. Todo ello acabará de concretarse el sábado en la citada reunión. De momento, en la comarca ni siquiera se van a solicitar los identificativos para las nasas en previsión de que no se vaya al mar el día 1.
Para que las cosas cambien, el sector exige que como mínimo Mar ceda en los dos puntos citados. Es decir, que en la ría de Arousa se puedan dejar las nasas caladas de forma permanente y que la flota no esté obligada a identificar cada aparejo. La consellería dijo en varias ocasiones que el plan es el aprobado y que no hay más vuelta de hoja. Así que toca esperar para ver qué sucede. De momento, los ánimos están muy encendidos a lo largo y ancho de Barbanza.
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