:logo-lvg: | Barbanza
Las oficinas de consumo de la comarca tramitaron los expedientes de unos dos mil afectados que solicitaron el arbitraje para recuperar su dinero
Resulta muy complicado realizar una estimación de la cifra de personas que se han visto afectadas por el escándalo de las participaciones preferentes, sobre todo porque solo una pequeña parte se ha organizado dentro de la plataforma de damnificados creada en la comarca y porque todavía hay muchas personas que se avergüenzan de su situación. Sin embargo, un repaso por los datos de los que disponen las oficinas de consumo de los principales municipios de la zona da una idea de la dimensión del problema: en Barbanza se tramitaron reclamaciones por valor de más de treinta millones de euros.
No en todas las oficinas tienen el dato preciso del número de expedientes abiertos por afectados que optaron por el arbitraje para reclamar su dinero, y mucho menos una cifra sobre la cantidad total demandada, pero haciendo una estimación resulta que son prácticamente dos mil las personas afectadas que acudieron a las dependencias de atención a los consumidores.
Solo en Noia se llevan tramitadas más de cuatrocientas solicitudes desde junio del año pasado -que suman un total de 7,6 millones de euros-, un dato similar al registrado en términos como A Pobra o Boiro.
De hecho, en el caso boirense, la cifra se sitúa en torno a las quinientas reclamaciones. No en vano, fue en este ayuntamiento donde, ante el aumento de la demanda, el Instituto Galego de Consumo habilitó un espacio específico para los afectados. En el mes que estuvo en funcionamiento atendió a más de doscientas personas, mientras que otras optaron por acudir a la oficina de consumo municipal y otras doscientos recurrieron a la patronal boirense, desde donde también se presta este servicio.
A los alrededor de dos mil afectados contabilizados en los concellos, hay que sumar los vecinos que apostaron por otras vías para reclamar el arbitraje, como recurrir directamente al Instituto Galego de Consumo.
Sigue el goteo
Aunque pasó el bum inicial, que en los meses de verano llevó a que se registraran decenas de reclamaciones de arbitraje diarias, todavía sigue habiendo afectados que recurren a las oficinas de consumo para iniciar los trámites y pedir la devolución de su dinero. A estos se suman, según explicaron desde A Pobra, las personas que, ante la demora en obtener respuesta a su solicitud, reiteran su demanda y se interesan por la situación de su expediente.
En este sentido, los profesionales señalan que la resolución de las reclamaciones depende de las entidades bancarias y que el hecho de que una persona no haya recibido respuesta no quiere decir que su solicitud haya sido rechazada.
En cuanto a las cantidades demandadas, varían mucho en función de los casos, y los técnicos explican que hay vecinos que tenían en preferentes o subordinadas unos pocos miles de euros hasta quienes han visto como todos los ahorros de una vida de trabajo en el extranjero iban a parar a los polémicos productos financieros.
Sea como sea, mucho o poco, los damnificados demandan la devolución de un dinero que es suyo y piden justicia porque se sienten estafados. No en vano, la historia que relatan muchos de ellos coincide, y aseguran que, cuando confiaron sus ahorros a la entidad bancaria, creían que estaban haciendo un depósito a plazo fijo y les aseguraron que podrían retirarlo en cuanto lo necesitaran.
Resulta muy complicado realizar una estimación de la cifra de personas que se han visto afectadas por el escándalo de las participaciones preferentes, sobre todo porque solo una pequeña parte se ha organizado dentro de la plataforma de damnificados creada en la comarca y porque todavía hay muchas personas que se avergüenzan de su situación. Sin embargo, un repaso por los datos de los que disponen las oficinas de consumo de los principales municipios de la zona da una idea de la dimensión del problema: en Barbanza se tramitaron reclamaciones por valor de más de treinta millones de euros.
No en todas las oficinas tienen el dato preciso del número de expedientes abiertos por afectados que optaron por el arbitraje para reclamar su dinero, y mucho menos una cifra sobre la cantidad total demandada, pero haciendo una estimación resulta que son prácticamente dos mil las personas afectadas que acudieron a las dependencias de atención a los consumidores.
Solo en Noia se llevan tramitadas más de cuatrocientas solicitudes desde junio del año pasado -que suman un total de 7,6 millones de euros-, un dato similar al registrado en términos como A Pobra o Boiro.
De hecho, en el caso boirense, la cifra se sitúa en torno a las quinientas reclamaciones. No en vano, fue en este ayuntamiento donde, ante el aumento de la demanda, el Instituto Galego de Consumo habilitó un espacio específico para los afectados. En el mes que estuvo en funcionamiento atendió a más de doscientas personas, mientras que otras optaron por acudir a la oficina de consumo municipal y otras doscientos recurrieron a la patronal boirense, desde donde también se presta este servicio.
A los alrededor de dos mil afectados contabilizados en los concellos, hay que sumar los vecinos que apostaron por otras vías para reclamar el arbitraje, como recurrir directamente al Instituto Galego de Consumo.
Sigue el goteo
Aunque pasó el bum inicial, que en los meses de verano llevó a que se registraran decenas de reclamaciones de arbitraje diarias, todavía sigue habiendo afectados que recurren a las oficinas de consumo para iniciar los trámites y pedir la devolución de su dinero. A estos se suman, según explicaron desde A Pobra, las personas que, ante la demora en obtener respuesta a su solicitud, reiteran su demanda y se interesan por la situación de su expediente.
En este sentido, los profesionales señalan que la resolución de las reclamaciones depende de las entidades bancarias y que el hecho de que una persona no haya recibido respuesta no quiere decir que su solicitud haya sido rechazada.
En cuanto a las cantidades demandadas, varían mucho en función de los casos, y los técnicos explican que hay vecinos que tenían en preferentes o subordinadas unos pocos miles de euros hasta quienes han visto como todos los ahorros de una vida de trabajo en el extranjero iban a parar a los polémicos productos financieros.
Sea como sea, mucho o poco, los damnificados demandan la devolución de un dinero que es suyo y piden justicia porque se sienten estafados. No en vano, la historia que relatan muchos de ellos coincide, y aseguran que, cuando confiaron sus ahorros a la entidad bancaria, creían que estaban haciendo un depósito a plazo fijo y les aseguraron que podrían retirarlo en cuanto lo necesitaran.
0 comentarios:
Publicar un comentario