:logo-lvg: | Barbanza - M. X. Blanco
La lluvia dio una tregua y permitió el desfile en Muros
El tiempo está empeñado en impedir que los barbanzanos disfruten a tope del carnaval. Los chubascos llegaron ayer acompañados de frío e incluso de alguna que otra granizada. En Muros, la única localidad en la que estaba prevista la celebración de un desfile de comparsas tras la anunciada cancelación del rianxeiro, la lluvia dio una tregua de un par de horas, tiempo suficiente para que la explosión de color y música irrumpiera en las calles.
En Ribeira y Porto do Son, otros dos ejes importantes del domingo de carnaval, la fiesta estaba garantizada de antemano, puesto que ya estaba previsto su desarrollo bajo carpa. A cubierto, un nutrido grupo de niños de Santa Uxía disfrutaron de una bulliciosa fiesta con animadores, juegos, mascotas, talleres y, cómo no, un concurso de disfraces.
La fiesta de O Son fue la más dulce de todas las celebradas ayer en Barbanza. Y es que allí, integrantes del club de jubilados, de Anpa Santa Irene, de Amas de Casa y de la asociación Loa se pusieron manos a la obra a primera hora de la tarde para deleitar a los choqueiros con orejas, melindres, morcillas y filloas. Todo ello, claro está, cocinado en directo.
En Boiro se desarrolló el programa previsto, una fiesta infantil con talleres, animación y hasta discoteca móvil, pero en un escenario diferente. La lluvia obligó a trasladar todo el dispositivo al polideportivo de A Cachada. Los boirenses ya tuvieron ocasión de saludar a Don Carnal el viernes. Y es que los vecinos de A Boliña invitaron los amantes de la buena mesa a una degustación de productos típicos de estas fiestas, que empezó con oreja de cerdo y terminó con las imprescindibles orejas y filloas.
Noche tranquila
Una pequeña fogata que unos jóvenes prendieron con paja, probablemente de un disfraz, en el aparcamiento del Día fue el único suceso que se registró en la localidad boirense la noche del sábado, donde la Policía Local tuvo que intervenir también detrás del centro social para disuadir a unos chavales que pretendían hacer botellón.
Diversos postres endulzaron los paladares de los sonenses. C. Q. |
En Ribeira y Porto do Son, otros dos ejes importantes del domingo de carnaval, la fiesta estaba garantizada de antemano, puesto que ya estaba previsto su desarrollo bajo carpa. A cubierto, un nutrido grupo de niños de Santa Uxía disfrutaron de una bulliciosa fiesta con animadores, juegos, mascotas, talleres y, cómo no, un concurso de disfraces.
La fiesta de O Son fue la más dulce de todas las celebradas ayer en Barbanza. Y es que allí, integrantes del club de jubilados, de Anpa Santa Irene, de Amas de Casa y de la asociación Loa se pusieron manos a la obra a primera hora de la tarde para deleitar a los choqueiros con orejas, melindres, morcillas y filloas. Todo ello, claro está, cocinado en directo.
En Boiro se desarrolló el programa previsto, una fiesta infantil con talleres, animación y hasta discoteca móvil, pero en un escenario diferente. La lluvia obligó a trasladar todo el dispositivo al polideportivo de A Cachada. Los boirenses ya tuvieron ocasión de saludar a Don Carnal el viernes. Y es que los vecinos de A Boliña invitaron los amantes de la buena mesa a una degustación de productos típicos de estas fiestas, que empezó con oreja de cerdo y terminó con las imprescindibles orejas y filloas.
Noche tranquila
Una pequeña fogata que unos jóvenes prendieron con paja, probablemente de un disfraz, en el aparcamiento del Día fue el único suceso que se registró en la localidad boirense la noche del sábado, donde la Policía Local tuvo que intervenir también detrás del centro social para disuadir a unos chavales que pretendían hacer botellón.
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