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Animada venta de dulces a favor de la niña Paula en la calle peatonal
Imposible no picar. Esa era la frase que más repetían ayer quienes se apostaban delante del puesto de venta de dulces que había en la calle peatonal de Boiro. Dos eran los motivos que convertían este lugar en parada obligada: la atractiva presencia de los postres que se exhibían y las ganas de darle un empujón a la campaña a favor de Paula, la niña de Boiro que padece agenesia sacra. Y es que, como cabe suponer, lo que se recaudase con los alimentos era para la cría. A media tarde, aún con la actividad a medias y sin haberse hecho las cuentas definitivas, se calculaba que la ganancia ascendía a unos mil euros -la cantidad, posiblemente, aumente cuando se cuente lo que hay en las huchas que se pusieron junto a los dulces-.
Sobre las once de la mañana, la mesa de pasteles era toda una tentación para la vista. Quizás, lo que más llamase la atención fuesen las magdalenas de todos los colores y con múltiples decoraciones. También una tarta con forma de castillo que se vendió enseguida u otra de limón y queso muy bien diseñada. Era imposible decantarse solo por una opción: pastelitos de queso, pan con uvas pasas, bica, bizcochos, gelatinas, flanes... Todo lo que hace feliz a cualquier buen goloso.
Dependientas
La mercancía empezó a despacharse a buen ritmo, gracias a la diligencia de personas como Mar Davila, Jessica García, Puri Ferreirós y Eva Rivero. Ataviadas con camisetas alusivas a la campaña a favor de Paula, despachaban dulces a la velocidad de la luz. Y no solo eso, sino que animaban al personal a probar distintas cosas. Vamos, todas unas profesionales de la solidaridad y la venta.
Sobre las seis de la tarde, como suele decirse, casi todo el pescado estaba vendido. Aunque el puesto seguía abierto porque que llegaron algunos dulces nuevos -todo lo que se vendió fue donado por altruistas vecinos- y había que darles salida. Algo cansadas después del día de faena, lo único que querían las dependencias era ver subir la recaudación. No es de extrañar: llevan meses en una incansable lucha para ayudar a tan especial pequeña.
180.300 euros
Faltan 84.700 euros
Esta cantidad corresponde a lo que había en la cuenta a favor de la niña el miércoles.
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Sobre las once de la mañana, la mesa de pasteles era toda una tentación para la vista. Quizás, lo que más llamase la atención fuesen las magdalenas de todos los colores y con múltiples decoraciones. También una tarta con forma de castillo que se vendió enseguida u otra de limón y queso muy bien diseñada. Era imposible decantarse solo por una opción: pastelitos de queso, pan con uvas pasas, bica, bizcochos, gelatinas, flanes... Todo lo que hace feliz a cualquier buen goloso.
Dependientas
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Sobre las seis de la tarde, como suele decirse, casi todo el pescado estaba vendido. Aunque el puesto seguía abierto porque que llegaron algunos dulces nuevos -todo lo que se vendió fue donado por altruistas vecinos- y había que darles salida. Algo cansadas después del día de faena, lo único que querían las dependencias era ver subir la recaudación. No es de extrañar: llevan meses en una incansable lucha para ayudar a tan especial pequeña.
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