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Los movimientos migratorios aumentaron un 30% desde el inicio de la crisis
La crisis económica está provocando un nuevo éxodo demográfico en la comarca. Hasta el punto de que, desde el año 2008, casi 16.000 barbanzanos se han visto obligados a hacer las maletas para buscar una oportunidad laboral. De ellos, algo más de 4.000 han optado por probar suerte en otras comunidades autónomas, mientras el resto lo han hecho en el extranjero. Esto significa que dos de cada tres emigrantes se marchan a otro país.
Tal y como corrobora un estudio publicado recientemente por una de las principales empresas multinacionales de trabajo temporal, este movimiento guarda muchas similitudes, en cuanto a cifras, con el registrado en la década de los 60 y primera mitad de los 70. No así en cuanto al perfil de los emigrados, que ha cambiado sustancialmente con respecto a los de hace medio siglo.
Por aquel entonces se trataba de personas sin formación, con serias dificultades en muchos casos incluso para leer y escribir, que accedían a cubrir la demanda de obra barata en países como Suiza, Alemania o Francia. Ahora, el perfil del nuevo emigrante barbanzano es sustancialmente distinto. Quienes abandonan su tierra en la actualidad son jóvenes preparados de entre 25 y 40 años, con una completa y variada formación académica, pero que no solo no encuentran aquí oportunidades laborales relacionadas con su formación sino en ninguna otra materia. En buena parte debido a la falta de experiencia.
Este repunte en el número de migraciones desde 2008 se repite en el conjunto de los once municipios de la comarca y aumenta casi un 30% en comparación con el quinquenio anterior.
Por ayuntamientos cabe resaltar los casos de Noia, Mazaricos y Rianxo que figuran como los territorios donde este movimiento de salida registra unos porcentajes más elevados desde el inicio de la crisis. También es significativo el incremento experimentado en concellos económicamente fuertes, como es el caso de Ribeira y Boiro, donde cada vez es mayor el porcentaje de gente que se va.
Retorno por jubilación
De forma paralela a los que abandonan la comarca se da otro flujo, en este caso de entrada, de personas que regresan de forma definitiva a sus lugares natales tras varias décadas en la emigración, principalmente en el centro de Europa. Son, paradójicamente, aquellos que cogieron las maletas entre 1965 y 1974, intervalos que marcan los mayores registros de salidas en la comarca, y que tras alcanzar la edad de jubilación emprenden la vuelta para quedarse.
En municipios como Outes, Carnota o Mazaricos se registra un aumento importante de altas por este concepto.
La crisis económica está provocando un nuevo éxodo demográfico en la comarca. Hasta el punto de que, desde el año 2008, casi 16.000 barbanzanos se han visto obligados a hacer las maletas para buscar una oportunidad laboral. De ellos, algo más de 4.000 han optado por probar suerte en otras comunidades autónomas, mientras el resto lo han hecho en el extranjero. Esto significa que dos de cada tres emigrantes se marchan a otro país.
Tal y como corrobora un estudio publicado recientemente por una de las principales empresas multinacionales de trabajo temporal, este movimiento guarda muchas similitudes, en cuanto a cifras, con el registrado en la década de los 60 y primera mitad de los 70. No así en cuanto al perfil de los emigrados, que ha cambiado sustancialmente con respecto a los de hace medio siglo.
Por aquel entonces se trataba de personas sin formación, con serias dificultades en muchos casos incluso para leer y escribir, que accedían a cubrir la demanda de obra barata en países como Suiza, Alemania o Francia. Ahora, el perfil del nuevo emigrante barbanzano es sustancialmente distinto. Quienes abandonan su tierra en la actualidad son jóvenes preparados de entre 25 y 40 años, con una completa y variada formación académica, pero que no solo no encuentran aquí oportunidades laborales relacionadas con su formación sino en ninguna otra materia. En buena parte debido a la falta de experiencia.
Este repunte en el número de migraciones desde 2008 se repite en el conjunto de los once municipios de la comarca y aumenta casi un 30% en comparación con el quinquenio anterior.
Por ayuntamientos cabe resaltar los casos de Noia, Mazaricos y Rianxo que figuran como los territorios donde este movimiento de salida registra unos porcentajes más elevados desde el inicio de la crisis. También es significativo el incremento experimentado en concellos económicamente fuertes, como es el caso de Ribeira y Boiro, donde cada vez es mayor el porcentaje de gente que se va.
Retorno por jubilación
De forma paralela a los que abandonan la comarca se da otro flujo, en este caso de entrada, de personas que regresan de forma definitiva a sus lugares natales tras varias décadas en la emigración, principalmente en el centro de Europa. Son, paradójicamente, aquellos que cogieron las maletas entre 1965 y 1974, intervalos que marcan los mayores registros de salidas en la comarca, y que tras alcanzar la edad de jubilación emprenden la vuelta para quedarse.
En municipios como Outes, Carnota o Mazaricos se registra un aumento importante de altas por este concepto.
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