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En los años 70, un informe recomendaba la unificación territorial
En el territorio que conforma el municipio noiés desaparecieron los otros dos ayuntamientos constituidos en 1822 -Argalo y Barro- y quedó Noia como único, conformado, según el proyecto inicial de Gobierno Civil y Diputación, por las parroquias de Noia, Obre, Argalo, Boa y Barro. Realizadas las reclamaciones correspondientes, también se incorporó Roo, procedente del concejo de Toxosoutos-Lousame, y pasó a tener una población total de 7.436 habitantes. Noia consolidaba así un estatus administrativo de primer orden, al agregar a su condición de cabeza de partido judicial, obtenida tras la reforma de 1834, su conversión en ayuntamiento constitucional.
Junto A Pobra do Caramiñal, Noia hubiera sido uno de los grandes beneficiarios de los proyectos de fusión de 1842 y 1868, de haber llegado a buen puerto. El de 1842 aumentaba considerablemente el tamaño del ayuntamiento noiés con la agregación del de Lousame, y la incorporación de las parroquias de Macenda, procedente de Boiro, y Miñortos y Goiáns, de Porto do Son. El reparto de la Junta Revolucionaria de 1868 establecía la agregación de Porto do Son y Lousame íntegramente, lo que convertía al ayuntamiento de Noia en el más grande en extensión de toda la zona.
Movimientos segregacionistas
En los años siguientes, tampoco Noia quedó a salvo de movimientos segregacionistas, ya vistos en otros municipios próximos, como el de Roo que reclamó infructuosamente ayuntamiento propio a la Diputación de A Coruña en 1845.
Más modernamente, en los años 70 del siglo XX, un inspector del Ministerio del Interior elaboró un informe que aconsejaba la fusión de Lousame y Noia con los argumentos de que aquél carecía de acceso al mar, de que para ir de unas parroquias lousamianas a otras era preciso pasar por el término noiés, y de que, desde hacía varios años, las oficinas del ayuntamiento de Lousame estaban ubicadas en la propia villa noiesa. Los lousamianos rechazaron la fusión y la propuesta no fue tomada en consideración.
En el territorio que conforma el municipio noiés desaparecieron los otros dos ayuntamientos constituidos en 1822 -Argalo y Barro- y quedó Noia como único, conformado, según el proyecto inicial de Gobierno Civil y Diputación, por las parroquias de Noia, Obre, Argalo, Boa y Barro. Realizadas las reclamaciones correspondientes, también se incorporó Roo, procedente del concejo de Toxosoutos-Lousame, y pasó a tener una población total de 7.436 habitantes. Noia consolidaba así un estatus administrativo de primer orden, al agregar a su condición de cabeza de partido judicial, obtenida tras la reforma de 1834, su conversión en ayuntamiento constitucional.
Junto A Pobra do Caramiñal, Noia hubiera sido uno de los grandes beneficiarios de los proyectos de fusión de 1842 y 1868, de haber llegado a buen puerto. El de 1842 aumentaba considerablemente el tamaño del ayuntamiento noiés con la agregación del de Lousame, y la incorporación de las parroquias de Macenda, procedente de Boiro, y Miñortos y Goiáns, de Porto do Son. El reparto de la Junta Revolucionaria de 1868 establecía la agregación de Porto do Son y Lousame íntegramente, lo que convertía al ayuntamiento de Noia en el más grande en extensión de toda la zona.
Movimientos segregacionistas
En los años siguientes, tampoco Noia quedó a salvo de movimientos segregacionistas, ya vistos en otros municipios próximos, como el de Roo que reclamó infructuosamente ayuntamiento propio a la Diputación de A Coruña en 1845.
Más modernamente, en los años 70 del siglo XX, un inspector del Ministerio del Interior elaboró un informe que aconsejaba la fusión de Lousame y Noia con los argumentos de que aquél carecía de acceso al mar, de que para ir de unas parroquias lousamianas a otras era preciso pasar por el término noiés, y de que, desde hacía varios años, las oficinas del ayuntamiento de Lousame estaban ubicadas en la propia villa noiesa. Los lousamianos rechazaron la fusión y la propuesta no fue tomada en consideración.
1 comentarios:
Sólo diré que algo natural, la vida de la población de Lousame se desarrolla en Noia, la agricultura de aquella abastece a esta y ambas son tan complementarias entre sí que no se entiende que no hayan alcanzado un acuerdo de fusión. Solo puede entenderse porque los políticos han pensado más en su estatus que en el interésde su pueblo; que la época de bonanza económico que este país en general, desarrolló en estos últimos años hacía que todos miráramos sólo nuestro ombligo. Pero todo cambia, nada es eterno y ha llegado el momento de situarse frente a la realidad. Mientras el mundo se globaliza, Europa trata de unificarse como un sólo bloque, sólo los catalanes en España y algunos otros locos visionarios europeos descendientes de los radicalismos nazis,pueden pensar que lo que separa genera riqueza, sólo la unión nos hará grandes y libres; en ese sentido Lousame y Noia deberían planificar desde ya una estrategia de fusión y requerir las ayudas necesarias para ello, harían grande a Noia sin duda alguna, pero traería ventajas y comodidades para los vecinos de Lousame. Por falta de tiempo no las enumeraré hoy pero prometo hacerlo: Sanidad, turismo son algunas pero hay más.
Fdo: Concepción Lavid
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