12 julio 2011

La mortalidad superó a la natalidad en diez de los once ayuntamientos

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Las cifras de crecimiento vegetativo registradas el pasado ejercicio en Barbanza son las peores desde 1975 y solo Boiro arroja un saldo positivo

El año pasado fue nefasto para la comarca desde el punto de vista demográfico, hasta el punto de que la mortalidad superó a la natalidad en diez de los once ayuntamientos. Las cifras de crecimiento vegetativo -diferencia entre nacimientos y defunciones- son las peores desde el año 1975, el más antiguo del que ofrece datos el Instituto Nacional de Estadística.

En los once municipios se contabilizaron un total de 2.929 decesos, el doble que alumbramientos, que se quedaron en solo 1.365. De este modo, el crecimiento vegetativo de la zona es negativo en 383 personas, 130 más que en el 2010, con lo que suman ya 18 los ejercicios consecutivos en los que se pierde población por este concepto.

Hay que remontarse cuarenta años atrás para comprobar un crecimiento sostenido de la población en lo que respecta a la prevalencia de los nacimientos sobre los decesos. Desde la última mitad de la década de los 70, y hasta bien entrada la de los 80, el crecimiento medio anual de la comarca rondaba el millar de habitantes.

Los peores datos

Los últimos datos del INE referentes al movimiento natural de población en el 2010 arrojan cifras especialmente preocupantes para municipios como Muros y Outes que, con 72 y 68 personas menos, respectivamente, tienen el dudoso honor de encabezar la lista de ayuntamientos de la zona con peor saldo.

No más halagüeño se presenta el futuro demográfico, teniendo en cuenta las estadísticas, para términos como Mazaricos y Carnota donde el saldo entre altas y bajas también arroja importantes guarismos a la baja. Con 63 habitantes menos en el caso mazaricano y 43 en el segundo.

Por su parte los concellos de Pobra, Porto do Son, Rianxo y Ribeira coinciden con un saldo negativo que ronda la treintena de habitantes.

En el polo opuesto se sitúa Boiro, que es el único ayuntamiento que consigue escapar de los números rojos con un discreto balance de tan solo diez nacimientos más que defunciones.

Aunque la pérdida de habitantes en el área barbanzana se ha ralentizado en el último lustro, debido principalmente a la llegada de extranjeros, lo cierto es que el recorte poblacional sigue marcando a prácticamente la totalidad de la comarca. Desde 1998, la zona ha visto como el número de residentes ha disminuido en más de cinco mil personas, pasando de 128.438 a las poco más de 123.400 actuales. Solo Boiro, Ribeira y Noia, arrojan un porcentaje positivo de empadronamientos desde 1998.

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