:lvg: | 5/07/2010
El mayor valor de Jorge Lorenzo no son sus triunfos sino el hecho de que éstos son cada vez más previsibles. El piloto de origen gallego escribe cada gran premio a su voluntad. Si Dovizioso le adelanta, pocos apuestan por el italiano. Lorenzo pone las cosas en su sitio como y cuando quiere. Especialmente si Valentino sigue convaleciente. Y si la confianza de Dani Pedrosa fluctúa entre abajo y más abajo. Y si Ducati continúa muy lejos de rodar al ritmo de las máquinas japonesas. Lorenzo busca sus límites. Cada domingo cree haberlos encontrado pero en la carrera siguiente descubre que se había guardado un plus. Así, buscando esos límites lo que empieza a encontrar en el horizonte es el título de campeón del mundo de la categoría reina. Queda mucho pero, salvo una grave lesión que le aparte de varias carreras, apostar contra Lorenzo es perder dinero.
Para ganar grandes premios es clave correr más rápido que el rival pero ayer se comprobó que, más que correr, de lo que se trata es de administrar bien la velocidad. Pedrosa salió como un obús y superó a Lorenzo, que había firmado la pole el día anterior. Pero al poco, el piloto catalán se abrió fuera de la pista y perdió varias posiciones. Al final de la carrera señaló que su moto -mimada por los mejores ingenieros del mundo, cuidada para la ocasión de un gran premio, vigilada a través de la telemetría en cada estornudo, testada en el warm-up minutos antes-, se había quedado sin frenos.
Lorenzo se llevaba consigo a Dovizioso, Stoner y De Puniet. El italiano de Honda demostró que su velocidad punta era superior a la Yamaha, pero al poco Jorge le respondió que él gozaba de más recursos técnicos e imaginación para adelantar por donde no estaba escrito. Lo hizo en una curva lenta, otra prueba de que el éxito también se obtiene dosificando caballos.
Cuando Giorgio apretó el ritmo, solo Dovizioso le pudo seguir. Por detrás se descolgaban Casey Stoner y Randy de Puniet, con una extraordinaria actuación por pelearse con las Hondas oficiales. El mérito del francés creció con la caída de Dovizioso. Pero desde atrás, Pedrosa lograba remontar hasta la segunda posición que defendió con algunos apuros ante el australiano de Ducati mientras Lorenzo redactaba un nuevo monólogo para conseguir su primera victoria en Montmeló.
El triunfo de ayer rompe el empate a nueve victorias en la máxima categoría que mantenían él y Pedrosa. En el cómputo de todas las categorías, el catalán le aventaja en un 32-31, pero de seguir el 2010 en esta línea Lorenzo llegará al final del mundial con varios triunfos más que su eterno rival.
La buena actuación española fue redondeada por el trabajo de otros dos pilotos que concluyeron entre los diez primeros. Así, Álvaro Bautista finalizó en la quinta posición, a tres segundos de De Puniet, mientras que Héctor Barberá cruzó la meta décimo.
Con su quinta victoria en las siete carreras de este mundial, Lorenzo supera el récord de dobletes de triunfos y poles de Eddie Lawson. Pero solo serán datos anecdóticos sino consigue lo que la mayoría comienza a dar por hecho. Que será el campeón del mundo este mismo año.
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