:lvg: | 12/07/2010
Un gol de Iniesta en el último suspiro de la prórroga da al fútbol español el título más grande de su historia.
Fue el dueño del partido en el tramo final y en sus botas estaba la copa del mundo. Iniesta marcó a dos minutos del final de la segunda parte de la prórroga, un justo goleador para un futbolista imperial ante Holanda. Un partido de infarto le ha dado a España el mayor éxito de su fútbol, el sueño de un país que hace de este deporte su pasión. Fue tras un choque trabado por las patadas de Holanda, una selección que deshonra la memoria de las otras finalistas en los 70. Llevó el juego a un terreno espeso y sin propuesta ofensiva, y sufrió un castigo tan cruel como merecido antes de los penaltis.
España tuvo muchas dificultades para brillar, pero tuvo la intención siempre y las grandes ocasiones. Tuvo a un Casillas providencial y a un Iniesta convertido en el mejor jugador del torneo. Tomó las riendas del juego, y apareció en el área y aprovechar un centro de Cesc para dar el golpe de gracia. Las lágrimas de Casillas al final del partido demostraban la tensión y la ilusión de un día que pasará a la memoria colectiva de todo un país.
La presión de una final se palpó enseguida. Holanda demostró que llegó con el chuchillo entre los dientes. Salió a una guerra y convenció a España para meterse en ella. Sofocó en la trinchera la gran puesta en escena de los chicos de Del Bosque. Se veía venir otro momento como el de Alemania. Movían rápido la pelota y un cabezazo de Ramos obligaba a una gran parada de Stekelenburg. El lateral desbordó más tarde a Kuyt, y Heitinga casi hace autogol en el despeje del centro chut. Villa remató al lateral de la red en lo que luego quedaría como una de sus escasas apariciones en el área holandesa durante casi una hora.
Después de un gran cuarto de hora inicial, donde tan solo una pérdida peligrosa de Alonso pasando a Busquets, Holanda igualó el partido. A base de patadas. Van Bommel marcó la pauta y De Jong la perfeccionó con una patada al pecho de Xabi Alonso. Volaron las tarjetas amarillas y Howard Webb pasó a ser protagonista. Permitió el juego duro holandés, y el partido cambió. España perdió el ritmo. Holanda se desentendía del balón, y solo buscaba el paselargo a Van Persie o a la jugada individual de Robben. Pudo sorprender en una jugada a balón parado, pero ni Van Bommel ni Mathijsen supieron rematar. Casillas tuvo que esforzarse a un tiro raso de Robben pegado al palo para poner el cierre al primer acto.
Holanda se iba al descanso contenta. Había nivelado por lo bajo la exigencia de la final. Con un centro del campo plagado de efectivos, con Sneijer como un currante más, espesó la zona decisiva del juego español. La defensa adelantada para intentar limitar los balones entre líneas también ayudó. Otro córner estuvo cerca de aclarar el camino en la reanudación. Puyol volvió a volar pero Capdevila no supo embocar el rechace. Una falta lanzada por Xavi se fue alta por poco. España parecía recuperar el pulso pero su corazón se puso a mil en el minuto 61. Sneijder conectó por primera vez con Robben, al que dejó solo ante Casillas. El portero le ganó el mano a mano casi en un gesto milagroso.
Fue suficiente para Del Bosque. Llamó a Navas y el extremo no tardó en hacerse notar. Amagó un par de veces hasta que encontró la jugada. Desbordó a Gio y su centro le cayó a Villa. Se cantaba el gol, pero Heitinga la sacó de debajo de los palos. Las dos ocasiones no abrieron el partido, pero el dominio volvió al lado español, que quiso buscarle otra velocidad al juego. Iniesta se involucró más en el juego, Xavi se asoció con Villa (de nuevo eefectivo entrando desde el costado izquierdo) y Holanda comenzó a sufrir en defensa. Ramos pudo emular a Puyol, otra vez a centro de Xavi, solo en el punto de penalti, pero su remate franco se perdió por un pelo.
España escoraba el juego hacia el área holandesa. Sneijder tuvo que cortar una internada brillante de Iniesta dentro del área, todo un síntoma. Pero Robben volvió a tener otra ocasión después de un pelotazo, Casillas salió a sus pies y Webb obvió el claro agarrón de Puyol. Del Bosque recurrió a Cesc a última hora intentando evitar la prórroga, pero no hubo forma de romper el muro naranja.
Y cuando lo consiguieron, se encontraron a Stekelenburg. Otra gran parada del meta holandés a tiro de Cesc, que recibió un pase mágico de Iniesta y chutó en vez de ceder a Villa. Antes, una combinación de los pequeños del medio del campo pudo terminar en falta o incluso penalti. España generaba ocasiones pero no definía, presa del cansancio o de la ansiedad. Iniesta volvió a verse solo en el área sin decidirse a buscar portería ni a Villa.
Van Marwijk hizo un movimiento interesante. Ingresó en el campo a Van der Vaart por De Jong, sin quitar a ninguna de sus estrellas. No importó. España siguió vomitando ocasiones, y se cantó el gol con un tiro de Navas que tocó en Gio y superaba a Stekelenburg, pero se fue al lateral de la red. De la mano de un Iniesta imperial, se forzó la roja de Heitinga. Torres entró por Villa en la última bala desde el banquillo. Pero entonces apareció Navas, cabalgó hasta la frontal del área e Iniesta no perdonó tras el centro de Cesc. Un gol que vale un Mundial.
0 - Holanda: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst (Braafheid, m.105); Van Bommel, De Jong (Van der Vaart, m.99); Robben, Sneijder, Kuyt (Elia, m.71); y Van Persie.
1 - España: Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso (Cesc, m.87), Pedro (Navas, m.60), Xavi, Iniesta y Villa (Fernando Torres, m.105).
Goles: 0-1, M.116: Iniesta culmina con un potente disparo cruzado un envío de Cesc.
Árbitro: Howard Webb (ING). Expulsó por doble amonestación a Heitinga (m.109). Amonestó a Van Persie (m.15), Puyol (m.17), Van Bommel (m.22), Sergio Ramos (m.23), De Jong (m.28), Van Bronckhorst (m.54), Capdevila (m.67), Robben (m.84), Van der Wiel (m.111), Mathijsen (m.117) y Xavi (m.21).
Fue el dueño del partido en el tramo final y en sus botas estaba la copa del mundo. Iniesta marcó a dos minutos del final de la segunda parte de la prórroga, un justo goleador para un futbolista imperial ante Holanda. Un partido de infarto le ha dado a España el mayor éxito de su fútbol, el sueño de un país que hace de este deporte su pasión. Fue tras un choque trabado por las patadas de Holanda, una selección que deshonra la memoria de las otras finalistas en los 70. Llevó el juego a un terreno espeso y sin propuesta ofensiva, y sufrió un castigo tan cruel como merecido antes de los penaltis.
España tuvo muchas dificultades para brillar, pero tuvo la intención siempre y las grandes ocasiones. Tuvo a un Casillas providencial y a un Iniesta convertido en el mejor jugador del torneo. Tomó las riendas del juego, y apareció en el área y aprovechar un centro de Cesc para dar el golpe de gracia. Las lágrimas de Casillas al final del partido demostraban la tensión y la ilusión de un día que pasará a la memoria colectiva de todo un país.
La presión de una final se palpó enseguida. Holanda demostró que llegó con el chuchillo entre los dientes. Salió a una guerra y convenció a España para meterse en ella. Sofocó en la trinchera la gran puesta en escena de los chicos de Del Bosque. Se veía venir otro momento como el de Alemania. Movían rápido la pelota y un cabezazo de Ramos obligaba a una gran parada de Stekelenburg. El lateral desbordó más tarde a Kuyt, y Heitinga casi hace autogol en el despeje del centro chut. Villa remató al lateral de la red en lo que luego quedaría como una de sus escasas apariciones en el área holandesa durante casi una hora.
Después de un gran cuarto de hora inicial, donde tan solo una pérdida peligrosa de Alonso pasando a Busquets, Holanda igualó el partido. A base de patadas. Van Bommel marcó la pauta y De Jong la perfeccionó con una patada al pecho de Xabi Alonso. Volaron las tarjetas amarillas y Howard Webb pasó a ser protagonista. Permitió el juego duro holandés, y el partido cambió. España perdió el ritmo. Holanda se desentendía del balón, y solo buscaba el paselargo a Van Persie o a la jugada individual de Robben. Pudo sorprender en una jugada a balón parado, pero ni Van Bommel ni Mathijsen supieron rematar. Casillas tuvo que esforzarse a un tiro raso de Robben pegado al palo para poner el cierre al primer acto.
Holanda se iba al descanso contenta. Había nivelado por lo bajo la exigencia de la final. Con un centro del campo plagado de efectivos, con Sneijer como un currante más, espesó la zona decisiva del juego español. La defensa adelantada para intentar limitar los balones entre líneas también ayudó. Otro córner estuvo cerca de aclarar el camino en la reanudación. Puyol volvió a volar pero Capdevila no supo embocar el rechace. Una falta lanzada por Xavi se fue alta por poco. España parecía recuperar el pulso pero su corazón se puso a mil en el minuto 61. Sneijder conectó por primera vez con Robben, al que dejó solo ante Casillas. El portero le ganó el mano a mano casi en un gesto milagroso.
Fue suficiente para Del Bosque. Llamó a Navas y el extremo no tardó en hacerse notar. Amagó un par de veces hasta que encontró la jugada. Desbordó a Gio y su centro le cayó a Villa. Se cantaba el gol, pero Heitinga la sacó de debajo de los palos. Las dos ocasiones no abrieron el partido, pero el dominio volvió al lado español, que quiso buscarle otra velocidad al juego. Iniesta se involucró más en el juego, Xavi se asoció con Villa (de nuevo eefectivo entrando desde el costado izquierdo) y Holanda comenzó a sufrir en defensa. Ramos pudo emular a Puyol, otra vez a centro de Xavi, solo en el punto de penalti, pero su remate franco se perdió por un pelo.
España escoraba el juego hacia el área holandesa. Sneijder tuvo que cortar una internada brillante de Iniesta dentro del área, todo un síntoma. Pero Robben volvió a tener otra ocasión después de un pelotazo, Casillas salió a sus pies y Webb obvió el claro agarrón de Puyol. Del Bosque recurrió a Cesc a última hora intentando evitar la prórroga, pero no hubo forma de romper el muro naranja.
Y cuando lo consiguieron, se encontraron a Stekelenburg. Otra gran parada del meta holandés a tiro de Cesc, que recibió un pase mágico de Iniesta y chutó en vez de ceder a Villa. Antes, una combinación de los pequeños del medio del campo pudo terminar en falta o incluso penalti. España generaba ocasiones pero no definía, presa del cansancio o de la ansiedad. Iniesta volvió a verse solo en el área sin decidirse a buscar portería ni a Villa.
Van Marwijk hizo un movimiento interesante. Ingresó en el campo a Van der Vaart por De Jong, sin quitar a ninguna de sus estrellas. No importó. España siguió vomitando ocasiones, y se cantó el gol con un tiro de Navas que tocó en Gio y superaba a Stekelenburg, pero se fue al lateral de la red. De la mano de un Iniesta imperial, se forzó la roja de Heitinga. Torres entró por Villa en la última bala desde el banquillo. Pero entonces apareció Navas, cabalgó hasta la frontal del área e Iniesta no perdonó tras el centro de Cesc. Un gol que vale un Mundial.
0 - Holanda: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst (Braafheid, m.105); Van Bommel, De Jong (Van der Vaart, m.99); Robben, Sneijder, Kuyt (Elia, m.71); y Van Persie.
1 - España: Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso (Cesc, m.87), Pedro (Navas, m.60), Xavi, Iniesta y Villa (Fernando Torres, m.105).
Goles: 0-1, M.116: Iniesta culmina con un potente disparo cruzado un envío de Cesc.
Árbitro: Howard Webb (ING). Expulsó por doble amonestación a Heitinga (m.109). Amonestó a Van Persie (m.15), Puyol (m.17), Van Bommel (m.22), Sergio Ramos (m.23), De Jong (m.28), Van Bronckhorst (m.54), Capdevila (m.67), Robben (m.84), Van der Wiel (m.111), Mathijsen (m.117) y Xavi (m.21).
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