:lvg: | 26/07/2010
El buen tiempo se alió con los amantes de las playas, que ayer disfrutaron de una jornada excepcional en la comarca barbanzana. Los principales arenales de Rianxo, Boiro, A Pobra, Porto do Son, Ribeira, Muros y Carnota se vieron desbordados por la gran cantidad de usuarios que se dieron cita en dichas zonas durante la jornada de ayer.
Fuentes de la policía rianxeira indicaron que a primera hora de la tarde los aparcamientos estaban llenos de coches. Por su parte, en Barraña el arenal estaba abarrotado de público. En Cabío (A Pobra), los problemas para aparcar comenzaron muy pronto, pues fuentes de la Policía Local se las veían y deseaban para intentar ordenar el tráfico. En Porto do Son, los agentes que estaban de servicio destacaban que los arenales estaban a tope y los accesos desbordados. Mientras, la situación en las playas carnotanas era similar y los vehículos estaban estacionados por los caminos y la carretera general.
En la Costa da Morte, el viento del norte impidió que la jornada de playa se prolongara todo lo que les gustaría a los aficionados. No obstante, arenales como el de Razo (Carballo) empezaron a llenarse ya por la mañana. Pero el viento no fue el único aspecto negativo de la jornada. Los socorristas de Baldaio tuvieron que recurrir a las fuerzas de seguridad para impedir que un grupo de bañistas se tirasen al mar desde el puente. Al parecer, los jóvenes hicieron caso omiso a las indicaciones de los trabajadores del servicio de salvamento, que optaron por recurrir a la Guardia Civil, dada la situación de peligro existente. La falta de respeto a los socorristas es un problema cotidiano.
Fuentes de la policía rianxeira indicaron que a primera hora de la tarde los aparcamientos estaban llenos de coches. Por su parte, en Barraña el arenal estaba abarrotado de público. En Cabío (A Pobra), los problemas para aparcar comenzaron muy pronto, pues fuentes de la Policía Local se las veían y deseaban para intentar ordenar el tráfico. En Porto do Son, los agentes que estaban de servicio destacaban que los arenales estaban a tope y los accesos desbordados. Mientras, la situación en las playas carnotanas era similar y los vehículos estaban estacionados por los caminos y la carretera general.
En la Costa da Morte, el viento del norte impidió que la jornada de playa se prolongara todo lo que les gustaría a los aficionados. No obstante, arenales como el de Razo (Carballo) empezaron a llenarse ya por la mañana. Pero el viento no fue el único aspecto negativo de la jornada. Los socorristas de Baldaio tuvieron que recurrir a las fuerzas de seguridad para impedir que un grupo de bañistas se tirasen al mar desde el puente. Al parecer, los jóvenes hicieron caso omiso a las indicaciones de los trabajadores del servicio de salvamento, que optaron por recurrir a la Guardia Civil, dada la situación de peligro existente. La falta de respeto a los socorristas es un problema cotidiano.
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