:lvg: | 11/07/2010
«Non hai quen o queira». Así se expresaba un marinero esta semana en la lonja de Ribeira, al comprobar como la cotización del pulpo no remontaba el vuelo y el más caro era incapaz de superar los 4,3 euros el kilogramo. Y eso que en los últimos días fue el gran protagonista de los medios de comunicación, al convertirse en una estrella mediática gracias a las predicciones de Pol, un cefalópodo alemán, un auténtico pitoniso y entendido de fútbol que anunció que la selección española ganará el Campeonato del Mundo. A pesar de la publicidad y la repercusión de esta especie, «non ten saída». Fuentes del sector indicaron que el precio cayó en las rulas de la comarca sobre un 40% con respecto a la campaña anterior.
La resignación fue la nota más destacada entre el colectivo de pulpeiros. Y no era para menos. «É triste chegar á lonxa e ver como o prezo está polo chan», afirmaba un armador muradano.
Y es que la Xunta decretó una veda de cinco semanas para esta especie con la finalidad de evitar la sobreexplotación y ayudar a su recuperación.
Los marineros, eso sí, están contentos con el parón, pues en su regreso a la actividad comprobaron que hay cefalópodo en cantidad, y también mucha cría, por lo que auguran una campaña más que interesante.
José Ángel García, armador de Ribeira, señaló que recurso hay en cantidad y los topes los cogieron con bastante facilidad, -30 kilos por persona y embarcación-, incluso más que en otras ocasiones, pues «houbo días que antes das doce da mañá xa estabamos en terra».
El problema surge a la hora de la subasta. En este sentido, destacó que el más barato se pagó a 2,10 euros, mientras que el más caro no superó los 4,3 euros el kilo, cuando el año pasado llegó a los 7 euros.
Este armador destacó que, de momento y mientras haya capturas, «non temos problemas, porque cos topes imos tirando, pero se comeza a fallar, vai ser máis complicado, porque se o prezo segue así, non gañaremos para gastos».
Los profesionales creen que esta situación se debe a la escasa demanda existente en el mercado de este producto.
La resignación fue la nota más destacada entre el colectivo de pulpeiros. Y no era para menos. «É triste chegar á lonxa e ver como o prezo está polo chan», afirmaba un armador muradano.
Y es que la Xunta decretó una veda de cinco semanas para esta especie con la finalidad de evitar la sobreexplotación y ayudar a su recuperación.
Los marineros, eso sí, están contentos con el parón, pues en su regreso a la actividad comprobaron que hay cefalópodo en cantidad, y también mucha cría, por lo que auguran una campaña más que interesante.
José Ángel García, armador de Ribeira, señaló que recurso hay en cantidad y los topes los cogieron con bastante facilidad, -30 kilos por persona y embarcación-, incluso más que en otras ocasiones, pues «houbo días que antes das doce da mañá xa estabamos en terra».
El problema surge a la hora de la subasta. En este sentido, destacó que el más barato se pagó a 2,10 euros, mientras que el más caro no superó los 4,3 euros el kilo, cuando el año pasado llegó a los 7 euros.
Este armador destacó que, de momento y mientras haya capturas, «non temos problemas, porque cos topes imos tirando, pero se comeza a fallar, vai ser máis complicado, porque se o prezo segue así, non gañaremos para gastos».
Los profesionales creen que esta situación se debe a la escasa demanda existente en el mercado de este producto.
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