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En el municipio hay unos 800 afectados por un histórico problema
Desde el año 2008, en Galicia hay una asociación, la Long Hope, con base en el municipio pontevedrés de Portonovo, que persigue un objetivo muy concreto: intentar que los marineros gallegos que trabajaron en buques noruegos recuperen los impuestos que pagaron religiosamente en Escandinavia. Luchan por esta causa, ya que estos profesionales no disfrutaron de las prestaciones que pagaron con sus tributos al no residir allí, y ahora tampoco se les reintegran en sus retiros por la misma causa. El caso es que ese colectivo se ha propuesto hacer visible ese problema en Barbanza, donde solo en Ribeira se calcula que hay unos 800 exmarineros afectados. También hay perjudicados de otros municipios como, por ejemplo, Porto do Son, Boiro y Muros.
Antonio Ageitos es el delegado en Ribeira de la Long Hope. Indicaba ayer que hasta ahora no se reunió nunca a los afectados ribeirenses. Y que el colectivo decidió que era hora de convocarlos para dar a conocer los pasos dados en estos años de lucha y en qué línea se puede seguir trabajando para intentar recuperar el dinero. Así que él mismo se ocupó de poner carteles por el municipio anunciando una reunión. Escuchándole hablar uno entiende fácilmente de donde parte este histórico y longevo conflicto.
Los inicios
Durante décadas, entre 1963 y 1994, unos 12.000 españoles, en un 90% gallegos, trabajaron en petroleros, cargueros, graneleros, plataformas... de Noruega. A todos ellos se les retiraba más de un tercio de lo que percibían por su trabajo para ayudar a cimentar el edén del bienestar que es Escandinavia donde, solo por poner un ejemplo, la universidad es gratuita y la baja de maternidad o paternidad es bastante más larga que en España. El problema es que todos estos trabajadores gallegos no percibían nada de esas prestaciones para las que estaban aportando dinero, simplemente, porque ni ellos ni sus familias residían en el país. Lo peor vino cuando se jubilaron, ya que tampoco vieron un duro de todo eso que tributaron. ¿Por qué? Porque se determinó que lo que habían abonado eran impuestos, y no cotizaciones a la jubilación. De ahí que reclamen que se le reingrese todo ese dinero que se les retiró durante años de sus correspondientes nóminas.
La injusticia que denuncia este colectivo escuece más si se tiene en cuenta, tal y como explican los afectados, que a ellos no se les permitió jamás cotizar para la Seguridad Social en Noruega y de esta forma asegurarse el retiro. Lo tenían prohibido por ley. Así que cotizaban en España y, a la vez, se les retiraba un buen pellizco del suelo para los impuestos nórdicos; un dinero del que nunca disfrutaron.
Ante este panorama, el colectivo, así como algunos afectados en solitario, llevan años luchando. Iniciaron una batalla burocrática que llegó al Parlamento Europeo. Bruselas les encomió a actuar judicialmente para reclamar la pensión. Y en esa pelea andan.
Tributaron en el país nórdico y ni recibieron prestaciones ni les pagan un retiro
Desde el año 2008, en Galicia hay una asociación, la Long Hope, con base en el municipio pontevedrés de Portonovo, que persigue un objetivo muy concreto: intentar que los marineros gallegos que trabajaron en buques noruegos recuperen los impuestos que pagaron religiosamente en Escandinavia. Luchan por esta causa, ya que estos profesionales no disfrutaron de las prestaciones que pagaron con sus tributos al no residir allí, y ahora tampoco se les reintegran en sus retiros por la misma causa. El caso es que ese colectivo se ha propuesto hacer visible ese problema en Barbanza, donde solo en Ribeira se calcula que hay unos 800 exmarineros afectados. También hay perjudicados de otros municipios como, por ejemplo, Porto do Son, Boiro y Muros.
Antonio Ageitos es el delegado en Ribeira de la Long Hope. Indicaba ayer que hasta ahora no se reunió nunca a los afectados ribeirenses. Y que el colectivo decidió que era hora de convocarlos para dar a conocer los pasos dados en estos años de lucha y en qué línea se puede seguir trabajando para intentar recuperar el dinero. Así que él mismo se ocupó de poner carteles por el municipio anunciando una reunión. Escuchándole hablar uno entiende fácilmente de donde parte este histórico y longevo conflicto.
Los inicios
Durante décadas, entre 1963 y 1994, unos 12.000 españoles, en un 90% gallegos, trabajaron en petroleros, cargueros, graneleros, plataformas... de Noruega. A todos ellos se les retiraba más de un tercio de lo que percibían por su trabajo para ayudar a cimentar el edén del bienestar que es Escandinavia donde, solo por poner un ejemplo, la universidad es gratuita y la baja de maternidad o paternidad es bastante más larga que en España. El problema es que todos estos trabajadores gallegos no percibían nada de esas prestaciones para las que estaban aportando dinero, simplemente, porque ni ellos ni sus familias residían en el país. Lo peor vino cuando se jubilaron, ya que tampoco vieron un duro de todo eso que tributaron. ¿Por qué? Porque se determinó que lo que habían abonado eran impuestos, y no cotizaciones a la jubilación. De ahí que reclamen que se le reingrese todo ese dinero que se les retiró durante años de sus correspondientes nóminas.
La injusticia que denuncia este colectivo escuece más si se tiene en cuenta, tal y como explican los afectados, que a ellos no se les permitió jamás cotizar para la Seguridad Social en Noruega y de esta forma asegurarse el retiro. Lo tenían prohibido por ley. Así que cotizaban en España y, a la vez, se les retiraba un buen pellizco del suelo para los impuestos nórdicos; un dinero del que nunca disfrutaron.
Ante este panorama, el colectivo, así como algunos afectados en solitario, llevan años luchando. Iniciaron una batalla burocrática que llegó al Parlamento Europeo. Bruselas les encomió a actuar judicialmente para reclamar la pensión. Y en esa pelea andan.
Tributaron en el país nórdico y ni recibieron prestaciones ni les pagan un retiro
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