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Hace pocos años que inició su andadura, a raíz del caso de la pequeña Paula, pero la oenegé Mímame ha conseguido hacerse un hueco en el corazón de los barbanzanos. Quedó demostrado en la gala benéfica que el sábado tuvo lugar en el restaurante Chicolino. Era el tercer desfile que promovía la organización humanitaria y fue el más exitoso. Y no solo por los vecinos que acudieron a aportar su grano de arena, sino por el cada vez mayor número de personas que colaboran con la entidad y que contribuyen a hacerla más fuerte. En esta ocasión, la presidenta, Emma Méndez, contó con un nutrido grupo de ayudantes. Eva Otero y Ana Rosales participaron activamente en la organización de la pasarela, mientras que Diana Lijó ejerció de tesorera, recaudando el dinero de las entradas y los donativos de los asistentes. Jorge Martínez no dudó en ponerse un llamativo traje rojo para ejercer de mascota y agradecer la participación de los niños obsequiándolos con bolsas de chucherías.
Desde Ribeira, se sumaron a la gala Orlando González, Tania Dorca y un grupo de bailarines de El Tomasón, que entretuvieron al público con diversas coreografías. Pero, sin duda alguna, los niños que ejercieron de modelos por un día fueron los grandes protagonistas de la velada. Ellos acapararon todas las miradas y su esfuerzo tuvo recompensa en forma de sonoros aplausos. Mímame tiene claro que habrá una cuarta edición del desfile benéfico.
Desde Ribeira, se sumaron a la gala Orlando González, Tania Dorca y un grupo de bailarines de El Tomasón, que entretuvieron al público con diversas coreografías. Pero, sin duda alguna, los niños que ejercieron de modelos por un día fueron los grandes protagonistas de la velada. Ellos acapararon todas las miradas y su esfuerzo tuvo recompensa en forma de sonoros aplausos. Mímame tiene claro que habrá una cuarta edición del desfile benéfico.
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