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Los equipos de extinción actuaron en Mirandela, Rosende y Chacín
El fuego se cebó el lunes por la noche con uno de los puntos estratégicos de la comarca: la autovía. Tanto fue así que las fuerzas del orden que formaban el operativo de extinción no dudaron en cerrar el carril de la autovía, en dirección a Padrón, a su paso por el lugar de Mirandela, en la parroquia de Palmeira, a muy poca distancia de A Pobra. Los agentes de la Guardia Civil ordenaron el cierre del vial poco después de las 23.30 horas. La circulación tan solo se resintió en esa parte de la infraestructura, que permaneció cerrada durante cerca de dos horas.
El fuego, que se originó por causas desconocidas, tenía en la noche del lunes y la madrugada del martes todos los factores a su favor para avanzar a gran velocidad. Tanto las altas temperaturas que se registraron durante las últimas jornadas como el fuerte viento ayudaron a que los focos se reprodujesen o comenzasen en lugares próximos en repetidas ocasiones.
El humo provocado por las llamas no impedía la circulación por la autovía, pero sí dificultaba el tránsito. Aún así, este no fue el motivo que dio pie al cierre de la carretera. Lo que realmente alertó a los integrantes del operativo de extinción fue la proximidad de las llamas a la calzada y la velocidad a la que avanzaban. Además de los focos de Mirandela, los operarios tuvieron que apagar otro en Rosende y uno en Chacín, todos ellos en la parroquia de Palmeira.
Noche larga
Los trabajos para controlar el incendio comenzaron pasadas las 22.00 horas, aunque no sería hasta las 4.30 horas de ayer cuando se dio por concluido el operativo de extinción. La dificultad de hacer frente a este incendio, según explicaban unos brigadistas a pie de campo poco antes de la una de la madrugada, no era el riesgo que podría entrañar a personas o viviendas, sino la fuerza que le daba el viento, además de lo caliente que estaba el suelo y la masa forestal después de varios días seguidos de temperaturas elevadas.
En el operativo, formado por decenas de profesionales de varios concellos de la comarca, estaban el Grumir de Ribeira, el distrito forestal 4, agentes de Medio Rural, motobombas de O Son y Noia, policías locales de Ribeira y A Pobra, Guardia Civil y Policía Nacional.
El fuego se cebó el lunes por la noche con uno de los puntos estratégicos de la comarca: la autovía. Tanto fue así que las fuerzas del orden que formaban el operativo de extinción no dudaron en cerrar el carril de la autovía, en dirección a Padrón, a su paso por el lugar de Mirandela, en la parroquia de Palmeira, a muy poca distancia de A Pobra. Los agentes de la Guardia Civil ordenaron el cierre del vial poco después de las 23.30 horas. La circulación tan solo se resintió en esa parte de la infraestructura, que permaneció cerrada durante cerca de dos horas.
El fuego, que se originó por causas desconocidas, tenía en la noche del lunes y la madrugada del martes todos los factores a su favor para avanzar a gran velocidad. Tanto las altas temperaturas que se registraron durante las últimas jornadas como el fuerte viento ayudaron a que los focos se reprodujesen o comenzasen en lugares próximos en repetidas ocasiones.
El humo provocado por las llamas no impedía la circulación por la autovía, pero sí dificultaba el tránsito. Aún así, este no fue el motivo que dio pie al cierre de la carretera. Lo que realmente alertó a los integrantes del operativo de extinción fue la proximidad de las llamas a la calzada y la velocidad a la que avanzaban. Además de los focos de Mirandela, los operarios tuvieron que apagar otro en Rosende y uno en Chacín, todos ellos en la parroquia de Palmeira.
Noche larga
Los trabajos para controlar el incendio comenzaron pasadas las 22.00 horas, aunque no sería hasta las 4.30 horas de ayer cuando se dio por concluido el operativo de extinción. La dificultad de hacer frente a este incendio, según explicaban unos brigadistas a pie de campo poco antes de la una de la madrugada, no era el riesgo que podría entrañar a personas o viviendas, sino la fuerza que le daba el viento, además de lo caliente que estaba el suelo y la masa forestal después de varios días seguidos de temperaturas elevadas.
En el operativo, formado por decenas de profesionales de varios concellos de la comarca, estaban el Grumir de Ribeira, el distrito forestal 4, agentes de Medio Rural, motobombas de O Son y Noia, policías locales de Ribeira y A Pobra, Guardia Civil y Policía Nacional.
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