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La comarca tiene ahora 1.272 desempleados menos que en octubre del 2013
La comarca de Barbanza tenía todo a favor en octubre para que se redujese el desempleo. La toxina, esa que paralizó por completo a los mejilloneros y entorpeció el trabajo en las conserveras, al fin se esfumó. Y, por otro lado, el marisqueo se reinició en Noia, lo que implica que además de volver a la actividad todos los productores la cofradía contrata a un buen número de profesionales para labores auxiliares de la campañas. Ayudado por esos dos factores, efectivamente, el desempleo descendió en la zona en el último mes, provocando que la comarca fuese a contracorriente de buena parte del territorio gallego donde, desafortunadamente, los números fueron malos.
En octubre, el número de desempleados en Barbanza se redujo en un total de 88 personas. El número no es demasiado grande pero sí significativo porque permite dejar atrás la tendencia del mes de septiembre, cuando entre el fin de las contrataciones veraniegas en el sector servicios -sobre todo en la hostelería- y los problemas sufridos por las conserveras a raíz de la toxina del mejillón hicieron repuntar el desempleo. Además, la bajada, por pequeña que sea ,se produce en un mes, el de octubre, muy malo para el mercado laboral gallego. Así que adquiere una relevancia especial.
Aún muy lejos
La situación actual es bastante mejor que la del año pasado a estas alturas. No en vano, a día 31 de octubre en la comarca había un total de 1.272 desempleados frente a los 10.177 del mismo período del 2013. Lo cual indica que el número de vecinos que salieron de las listas del antiguo INEM supera los mil. Aún así, ni de lejos se pueden tirar cohetes. Porque el mercado laboral continúa muy tocado por la dura crisis sufrida por el sector del ladrillo y, en mayor o menor medida, muchos otros ámbitos económicos.
De esta forma, cabe recordar que en octubre del 2008, cuando la crisis empezaba a dar sus primeros coletazos, en la comarca había un total de 6.889 personas paradas, bastantes menos que actualmente. Y si vamos ya a los años de la bonanza económica, a ejercicios como el 2004, la comparativa es para llorar. Entonces, la lacra del paro alcanzaba a poco más de 7.000 barbanzanos.
Ahora, hay que esperar a ver cómo se comporta el mercado laboral en los próximos meses. Todo hace prever que lo hará mejor que el 2013. Afectará, sobre todo, lo que ocurra con la conserva, uno de los pilares económicos de la zona. Pero tampoco hay que perder de vista a sectores como el comercial. No en vano, son otro de los focos de trabajo. Además, desde que la crisis campa a sus anchas muchas personas optaron por el autoempleo, probando suerte con la apertura de tiendas o pequeñas empresas.
La comarca de Barbanza tenía todo a favor en octubre para que se redujese el desempleo. La toxina, esa que paralizó por completo a los mejilloneros y entorpeció el trabajo en las conserveras, al fin se esfumó. Y, por otro lado, el marisqueo se reinició en Noia, lo que implica que además de volver a la actividad todos los productores la cofradía contrata a un buen número de profesionales para labores auxiliares de la campañas. Ayudado por esos dos factores, efectivamente, el desempleo descendió en la zona en el último mes, provocando que la comarca fuese a contracorriente de buena parte del territorio gallego donde, desafortunadamente, los números fueron malos.
En octubre, el número de desempleados en Barbanza se redujo en un total de 88 personas. El número no es demasiado grande pero sí significativo porque permite dejar atrás la tendencia del mes de septiembre, cuando entre el fin de las contrataciones veraniegas en el sector servicios -sobre todo en la hostelería- y los problemas sufridos por las conserveras a raíz de la toxina del mejillón hicieron repuntar el desempleo. Además, la bajada, por pequeña que sea ,se produce en un mes, el de octubre, muy malo para el mercado laboral gallego. Así que adquiere una relevancia especial.
Aún muy lejos
La situación actual es bastante mejor que la del año pasado a estas alturas. No en vano, a día 31 de octubre en la comarca había un total de 1.272 desempleados frente a los 10.177 del mismo período del 2013. Lo cual indica que el número de vecinos que salieron de las listas del antiguo INEM supera los mil. Aún así, ni de lejos se pueden tirar cohetes. Porque el mercado laboral continúa muy tocado por la dura crisis sufrida por el sector del ladrillo y, en mayor o menor medida, muchos otros ámbitos económicos.
De esta forma, cabe recordar que en octubre del 2008, cuando la crisis empezaba a dar sus primeros coletazos, en la comarca había un total de 6.889 personas paradas, bastantes menos que actualmente. Y si vamos ya a los años de la bonanza económica, a ejercicios como el 2004, la comparativa es para llorar. Entonces, la lacra del paro alcanzaba a poco más de 7.000 barbanzanos.
Ahora, hay que esperar a ver cómo se comporta el mercado laboral en los próximos meses. Todo hace prever que lo hará mejor que el 2013. Afectará, sobre todo, lo que ocurra con la conserva, uno de los pilares económicos de la zona. Pero tampoco hay que perder de vista a sectores como el comercial. No en vano, son otro de los focos de trabajo. Además, desde que la crisis campa a sus anchas muchas personas optaron por el autoempleo, probando suerte con la apertura de tiendas o pequeñas empresas.
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