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Pablo do Cruse volvió por sus fueros. El jugador del Oleiros, el máximo goleador barbanzano de la Segunda Autonómica, con catorce tantos, fue otra vez determinante para su equipo en el partido disputado el domingo contra el Brión. Marcó dos goles y provocó un penalti. Los tres puntos se quedaron en casa (3-2) en un encuentro que acabó con polémica, pues los visitantes no encajaron bien la derrota y se liaron con el árbitro, al que culparon de sus males. El colegiado, el aguiñense, José Gude, recibió una patada por detrás y algún que otro escupitajo.
Oleiros-Brión: 3-2. A Trinidade. 60 espectadores. Pablo do Cruse volvió a ser fundamental para su equipo, pues marcó dos goles y provocó el penalti que transformó Campay. Al rematar el encuentro, colaboradores y jugadores del equipo de A Mahía se fueron a por el colegiado al considerar que les había perjudicado. El colegiado relató que lo rodearon hasta la caseta y durante el trayecto, «déronme unha patada por detrás e escupíronme». Agradeció la colaboración de la directiva del Oleiros, pues «non sei o que pasaría».
Dodro-Taragoña: 2-0. Los rianxeiros doblaron la rodilla tras diez partidos sin conocer la derrota, desde que cogió el equipo Mario Costas.
Porto do Son-Cordeiro: 0-0. Campo Emilio García. 120 espectadores. Partido soso en el que los dos conjuntos abusaron de centrocampismo. Aún así, los locales tuvieron más oportunidades que su rival.
Abanqueiro-Ribasar: 2-3. A Charca. 180 aficionados. Los locales se pusieron por delante 2-0 pero fueron incapaces de mantener la ventaja y eso que desperdiciaron numerosas ocasiones ante el portero rival.
Crocha-Sálvora: 2-0. Cadreche. 160 personas. Carlos Barreiro marcó los dos tantos del encuentro y dio la victoria a su equipo ante el líder que incluso falló un penalti.
Lesende-Esclavitud: 1-4. Cabanetán. 60 aficionados. Los locales hicieron uno de los peores partidos de la temporada y perdieron de forma justa ante los de Padrón.
Urdilde-Bealo: 2-0. Los colistas siguen sin ganar todavía esta temporada.
Oleiros-Brión: 3-2. A Trinidade. 60 espectadores. Pablo do Cruse volvió a ser fundamental para su equipo, pues marcó dos goles y provocó el penalti que transformó Campay. Al rematar el encuentro, colaboradores y jugadores del equipo de A Mahía se fueron a por el colegiado al considerar que les había perjudicado. El colegiado relató que lo rodearon hasta la caseta y durante el trayecto, «déronme unha patada por detrás e escupíronme». Agradeció la colaboración de la directiva del Oleiros, pues «non sei o que pasaría».
Dodro-Taragoña: 2-0. Los rianxeiros doblaron la rodilla tras diez partidos sin conocer la derrota, desde que cogió el equipo Mario Costas.
Porto do Son-Cordeiro: 0-0. Campo Emilio García. 120 espectadores. Partido soso en el que los dos conjuntos abusaron de centrocampismo. Aún así, los locales tuvieron más oportunidades que su rival.
Abanqueiro-Ribasar: 2-3. A Charca. 180 aficionados. Los locales se pusieron por delante 2-0 pero fueron incapaces de mantener la ventaja y eso que desperdiciaron numerosas ocasiones ante el portero rival.
Crocha-Sálvora: 2-0. Cadreche. 160 personas. Carlos Barreiro marcó los dos tantos del encuentro y dio la victoria a su equipo ante el líder que incluso falló un penalti.
Lesende-Esclavitud: 1-4. Cabanetán. 60 aficionados. Los locales hicieron uno de los peores partidos de la temporada y perdieron de forma justa ante los de Padrón.
Urdilde-Bealo: 2-0. Los colistas siguen sin ganar todavía esta temporada.
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