:logo-lvg: | Barbanza
Lousame y O Son sufrieron cortes de luz por roturas en el tendido eléctrico
El primer temporal de consideración del otoño, Nicki, mantuvo en jaque a los servicios de emergencias de la comarca y causó un sinfín de desperfectos de diversa consideración. Muchos árboles acabaron en el suelo -solo en Noia el Grumir contabilizó una veintena-, también hubo desperfectos en tejados, algunos ríos, como el de Artes, se desbordaron anegando fincas y la crecida del Coroño resultaba espectacular a su paso por Ponte Goiáns.
Noia, Boiro y Lousame fueron los municipios en los que se registraron mayor número de incidencias. En el término boirense, el Grumir actuó conjuntamente con la brigada de Obras. Los servicios de emergencias tuvieron que desplazarse por el desmoronamiento de terraplenes en la AC-305, a su paso por Escarís, en Curres, en Bealo y en Cespón. En la mayoría de los casos no se vio interrumpido el tráfico.
Sí tuvo mayores consecuencias la caída de una acacia de grandes dimensiones en el vial que une Bealo y A Galea. La circulación rodada se vio interrumpida y un autobús de transporte escolar tuvo que desviarse por Moimenta. En Bealo, además, se cayó un poste del tendido eléctrico.
Precisamente, sin corriente se quedaron tanto en la escuela lousamiana de O Sanguiñal, donde el Concello desplazó a los electricistas para resolver el problema, como en Merelle. También se interrumpió el servicio en el casco urbano sonense entre las once de la noche del jueves y la una de la mañana, así como en la avenida de A Constitución de Portosín.
Grada de San Lázaro
También el Grumir noiés tuvo que emplearse a fondo. Varias chapas de la depuradora de aguas residuales se desprendieron, al igual que una de la grada del campo de fútbol de San Lázaro. Miembros del Grumir acudieron al estadio para asegurar la estructura y evitar nuevos daños.
Fuentes del servicio de emergencias señalaron que Santa María de Roo fue la localidad más afectada y que la racha de viento más fuerte fue de 90 kilómetros hora.
El Grumir de Ribeira retiró varios árboles de la calzada y acudió a un garaje de la plaza de O Peixe que sufrió una pequeña inundación. Protección Civil de A Pobra indicó que volaron tejas en inmuebles de O Campiño, A Ribeiriña y Santa Cruz
Hacia las cuatro de la tarde, la Policía Local de Outes recibió el aviso de que había una inundación en la escuela de O Cando. Finalmente, no fue necesaria la intervención de los agentes porque, al parecer, se trataba de una pequeña entrada de agua motivada por el desbordamiento de una tajea.
El primer temporal de consideración del otoño, Nicki, mantuvo en jaque a los servicios de emergencias de la comarca y causó un sinfín de desperfectos de diversa consideración. Muchos árboles acabaron en el suelo -solo en Noia el Grumir contabilizó una veintena-, también hubo desperfectos en tejados, algunos ríos, como el de Artes, se desbordaron anegando fincas y la crecida del Coroño resultaba espectacular a su paso por Ponte Goiáns.
Noia, Boiro y Lousame fueron los municipios en los que se registraron mayor número de incidencias. En el término boirense, el Grumir actuó conjuntamente con la brigada de Obras. Los servicios de emergencias tuvieron que desplazarse por el desmoronamiento de terraplenes en la AC-305, a su paso por Escarís, en Curres, en Bealo y en Cespón. En la mayoría de los casos no se vio interrumpido el tráfico.
Sí tuvo mayores consecuencias la caída de una acacia de grandes dimensiones en el vial que une Bealo y A Galea. La circulación rodada se vio interrumpida y un autobús de transporte escolar tuvo que desviarse por Moimenta. En Bealo, además, se cayó un poste del tendido eléctrico.
Precisamente, sin corriente se quedaron tanto en la escuela lousamiana de O Sanguiñal, donde el Concello desplazó a los electricistas para resolver el problema, como en Merelle. También se interrumpió el servicio en el casco urbano sonense entre las once de la noche del jueves y la una de la mañana, así como en la avenida de A Constitución de Portosín.
Grada de San Lázaro
También el Grumir noiés tuvo que emplearse a fondo. Varias chapas de la depuradora de aguas residuales se desprendieron, al igual que una de la grada del campo de fútbol de San Lázaro. Miembros del Grumir acudieron al estadio para asegurar la estructura y evitar nuevos daños.
Fuentes del servicio de emergencias señalaron que Santa María de Roo fue la localidad más afectada y que la racha de viento más fuerte fue de 90 kilómetros hora.
El Grumir de Ribeira retiró varios árboles de la calzada y acudió a un garaje de la plaza de O Peixe que sufrió una pequeña inundación. Protección Civil de A Pobra indicó que volaron tejas en inmuebles de O Campiño, A Ribeiriña y Santa Cruz
Hacia las cuatro de la tarde, la Policía Local de Outes recibió el aviso de que había una inundación en la escuela de O Cando. Finalmente, no fue necesaria la intervención de los agentes porque, al parecer, se trataba de una pequeña entrada de agua motivada por el desbordamiento de una tajea.
0 comentarios:
Publicar un comentario