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Numerosos vecinos rindieron homenaje al párroco en el cementerio de San Vicente de Noal
Como si fueran lágrimas caídas del cielo, la lluvia quiso estar presente ayer en el cementerio de San Vicente de Noal. Ya es habitual que los vecinos de Aguiño se lleven el paraguas al camposanto sonense para rendir homenaje al párroco Francisco Lorenzo Mariño, Paco, como le llamaban con cariño quienes ahora todavía le lloran. Unai González, presidente de la asociación cultural que lleva el nombre del sacerdote, se dirigió a los presentes con un discurso que caló muy hondo: «Fai unha década que entre a choiva de xaneiro deixaches o físico para ascender ao espiritual, ao alén dos xustos, de onde escapas de cando en vez para visitarnos, transformado en nordés ou en sur húmido e salgado que nos lembra as bágoas derramadas pola túa perda».
También hubo palabras desgarradas que buscaron, como antaño, el consuelo de este sacerdote tan querido en la parroquia ribeirense: «No noso pobo vemos como o mar está esgotado, como as familias pasan necesidades por falta de traballo, como quedan sen as súas casas ou teñen que emigrar... Estamos cansos, cada vez máis descorazoados pola clase política, pola corrupción, pola miseria dos manipuladores». Los vecinos también participaron en una ofrenda floral y en una misa en la iglesia de Aguiño.
La reforma de la Iglesia
Los actos en honor de Francisco Lorenzo Mariño comenzaron ya el viernes por la tarde con una mesa redonda que llevó por título O Papa Francisco. A Reforma da Igrexa. Intervinieron el teólogo Pedro Castelao, la secretaria de la revista Encrucillada, Marisa Vidal -que habló sobre el papel de las mujeres en esta nueva etapa- y el párroco de Bergondo Rubén Aramburu, que se centró en la renovación de la Iglesia en la comunidad gallega. El alcalde, Manuel Ruiz, también asistió a la cita y dedicó unas palabras de cariño al párroco. Además, ensalzó el papel de la asociación que ahora mantiene viva la memoria del sacerdote. Mini y Mero, del grupo A Quenlla, amenizaron la sesión.
Los actos dedicados al cura Francisco Lorenzo Mariño concluyeron ayer, pero la programación de la Semana Cultural seguirá hoy en el conservatorio de Aguiño. Está prevista una representación teatral a cargo de la compañía Artestudio, que escenificará la pieza infantil titulada Avó.
Como si fueran lágrimas caídas del cielo, la lluvia quiso estar presente ayer en el cementerio de San Vicente de Noal. Ya es habitual que los vecinos de Aguiño se lleven el paraguas al camposanto sonense para rendir homenaje al párroco Francisco Lorenzo Mariño, Paco, como le llamaban con cariño quienes ahora todavía le lloran. Unai González, presidente de la asociación cultural que lleva el nombre del sacerdote, se dirigió a los presentes con un discurso que caló muy hondo: «Fai unha década que entre a choiva de xaneiro deixaches o físico para ascender ao espiritual, ao alén dos xustos, de onde escapas de cando en vez para visitarnos, transformado en nordés ou en sur húmido e salgado que nos lembra as bágoas derramadas pola túa perda».
También hubo palabras desgarradas que buscaron, como antaño, el consuelo de este sacerdote tan querido en la parroquia ribeirense: «No noso pobo vemos como o mar está esgotado, como as familias pasan necesidades por falta de traballo, como quedan sen as súas casas ou teñen que emigrar... Estamos cansos, cada vez máis descorazoados pola clase política, pola corrupción, pola miseria dos manipuladores». Los vecinos también participaron en una ofrenda floral y en una misa en la iglesia de Aguiño.
La reforma de la Iglesia
Los actos en honor de Francisco Lorenzo Mariño comenzaron ya el viernes por la tarde con una mesa redonda que llevó por título O Papa Francisco. A Reforma da Igrexa. Intervinieron el teólogo Pedro Castelao, la secretaria de la revista Encrucillada, Marisa Vidal -que habló sobre el papel de las mujeres en esta nueva etapa- y el párroco de Bergondo Rubén Aramburu, que se centró en la renovación de la Iglesia en la comunidad gallega. El alcalde, Manuel Ruiz, también asistió a la cita y dedicó unas palabras de cariño al párroco. Además, ensalzó el papel de la asociación que ahora mantiene viva la memoria del sacerdote. Mini y Mero, del grupo A Quenlla, amenizaron la sesión.
Los actos dedicados al cura Francisco Lorenzo Mariño concluyeron ayer, pero la programación de la Semana Cultural seguirá hoy en el conservatorio de Aguiño. Está prevista una representación teatral a cargo de la compañía Artestudio, que escenificará la pieza infantil titulada Avó.
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