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Las reivindicaciones de colectivos sociales para que Barbanza contase con un servicio de asesoramiento no fueron escuchadas
Durante más de un lustro, la comarca se unió como una sola voz para reclamar un centro de orientación familiar. Desde el 2002 y hasta el 2007, colectivos sociales, asociaciones de padres, políticos, docentes y alumnos mantuvieron reuniones, efectuaron concentraciones y recogieron firmas, pero sus demandas nunca fueron escuchadas. El centro de planificación familiar continúa siendo una asignatura pendiente y, aunque en la actualidad las cosas han cambiado mucho, entidades como Renacer, una de las que integró los movimientos reivindicativos, considera que sigue siendo necesario.
Fue la comunidad educativa una de las primeras en emprender acciones reivindicativas. Eran tiempos en los que el sida golpeaba con dureza y toda la información parecía poca. Pero los representantes sociales también pusieron sobre la mesa casos de embarazos no deseados y aludieron a la necesidad de que los jóvenes contasen con asesoramiento especializado.
También para adultos
Sin embargo, los colectivos que abanderaban la iniciativa no pensaban solo en la atención a los jóvenes, también consideraban que los adultos podían encontrar en esta prestación una excelente herramienta de ayuda.
Por si los argumentos sobre las ventajas de un centro de planificación fuesen insuficientes, la comunidad barbanzana también buscó comparaciones con otros lugares. Así, se indicó a los dirigentes autonómicos que otras comarcas con menor entidad poblacional disponían en aquel momento de prestaciones de estas características.
Incluso se valoró la repercusión económica y, según los cálculos efectuados, el coste de la unidad no iba a superar los 150.000 euros.
Los alumnos llevaron a cabo recogidas de firmas y delante de los centros educativos llegaron a efectuarse concentraciones. Las reuniones con representantes de diverso tipo procedentes de los cuatro ayuntamientos de Arousa norte se sucedían. De nada sirvió.
A finales del 2007, parecía que las reclamaciones llegaban a su fin. La entonces directora del hospital comarcal, Rosario Vázquez, se sumó a la causa y aseguró que Sanidade estudiaría la ubicación de un centro de planificación familiar para la comarca. La médica aludió al incremento de los casos de embarazos no deseados en adolescentes, la elevada demanda de la píldora del día después y la afluencia a las consultas de jóvenes con una gran desinformación en materia sexual.
Sin embargo, el tiempo pasó y sobre la posible implantación del servicio no volvió a hablarse. Las reclamaciones también cesaron, aunque no la convicción de que continúa siendo muy necesario.
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La comarca contó con la prestación durante el mandato de Ventoso Mariño
Renacer amplió su labor divulgativa
La comunidad educativa insistía
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Fue la comunidad educativa una de las primeras en emprender acciones reivindicativas. Eran tiempos en los que el sida golpeaba con dureza y toda la información parecía poca. Pero los representantes sociales también pusieron sobre la mesa casos de embarazos no deseados y aludieron a la necesidad de que los jóvenes contasen con asesoramiento especializado.
También para adultos
Sin embargo, los colectivos que abanderaban la iniciativa no pensaban solo en la atención a los jóvenes, también consideraban que los adultos podían encontrar en esta prestación una excelente herramienta de ayuda.
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