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LA GESTIÓN DEL SERVICIO DE URGENCIAS EN EL centro asistencial BARBANZANO
Una labor en la que todos contamos
La lucha para ampliar las prestaciones del hospital debe implicar a toda la población
Día gris de noviembre, la lluvia no deja de martillear en las ventanas, el viento suelta la última hoja que era testigo del verano ya pasado, mientras tanto a las puertas del servicio de urgencias, una familia observa con inquietud como su familiar es introducido por el personal en una ambulancia medicalizada camino del hospital Clínico. Muchas preguntas no dejan de dar vueltas en la mente de esa mujer cogida de la mano por su hija a la que le han informado que su marido presenta un infarto agudo de miocardio y debe ser trasladado en UVI móvil a Santiago. Dicen entre ellas: ¿Porqué no se puede quedar mi marido y tratar el infarto aquí, en el Barbanza?. Esta escena ocurre todos los días en nuestro hospital.
Quizás en ese preciso instante es difícil entrar en el análisis de dicha situación, las prioridades claramente son otras, pero es nuestra responsabilidad, la de los profesionales que nos vemos implicados en la atención de estos pacientes, el dar respuesta a estos interrogantes.
Nuestro sistema de salud, pilar fundamental del estado de bienestar actual, consume gran parte de los presupuestos de las comunidades autónomas, por ello se hace necesaria una gestión eficiente, y mucho más en estos momentos de crisis. Dentro de la búsqueda de una gestión eficiente es donde un hospital comarcal tiene su razón de ser. Es una figura, con la atención primaria, que acerca el sistema sanitario a los usuarios en áreas que de otra forma quedarían alejadas de los grandes complejos. Por tanto, hospitales como el de Barbanza llenan de contenido una de las fortalezas de nuestro actual sistema: la equidad y la accesibilidad al mismo. Pero esto no quiere decir que debamos disponer de todos los servicios en todos los hospitales.
Especialidades
Ciertas prestaciones, tales como hemodinámica, neurocirugía, unidades de quemados, determinadas pruebas diagnósticas altamente tecnificadas? deben estar centralizadas en hospitales terciarios, tanto desde el punto de vista de un mejor aprovechamiento y rentabilidad de la tecnología como para lograr que sus profesionales puedan alcanzar altos niveles de excelencia.
Esto no implica, antes todo lo contrario, que la atención prestada en el hospital comarcal no llegue a esos niveles de excelencia, que sin duda se presta, sino que la cartera de servicios que puede ofertar, tiene unos límites, tanto en patologías como en técnicas, a partir de los cuales el paciente debe ser derivado al hospital de referencia para continuar la atención iniciada en el centro comarcal manteniendo durante dicho desplazamiento la misma atención que si se estuviese en el complejo sanitario.
En este sentido, es importante disponer de personal formado en la atención urgente-emergente y en el manejo de pacientes críticos en los traslados interhospitalarios, que dichos profesionales se encuentren disponibles las 24 horas del día los 365 días del año, contar con los medios adecuados para la realización de los mismos -ambulancias medicalizadas y convencionales- y de infraestructuras como son los helipuertos para situaciones muy específicas con patologías en las cuales el factor tiempo es tremendamente importante para la evolución posterior del paciente, y en la que los minutos significan tejido cerebral o cardíaco salvado.
Patologías concretas
Deben existir protocolos conjuntos con el Clínico, nuestro principal centro de referencia, así como con otros como el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña para los pacientes que presentan patologías medulares o quemaduras graves.
Esto que puede parecer un hándicap para los pacientes se compensa con las ventajas de un hospital pequeño y joven, el trato más familiar, la sensación de que no estamos en una gran institución en la cual uno no sabe bien a quién dirigirse, sino en nuestra casa, y eso debe conseguir que los pacientes se sientan parte del Hospital da Barbanza, siendo copartícipes de su defensa, de lograr que dentro de la lógica del no dispendio de los recursos, nuestras instalaciones cuenten con mayor número de los mismos y siga progresando para prestar una atención acorde con la evolución en el mundo de la sanidad.
Los pasos ya dados
Debemos recordar los pasos seguidos en este centro para el tratamiento de patologías prevalentes, como fue la puesta en marcha, desde hace años, de la fibrinolisis en el infarto agudo de miocardio, la llegada del programa TeleICTUS para iniciar el tratamiento del accidente cerebrovascular agudo isquémico. O también la ampliación del horario del servicio de hemodiálisis. Son ejemplos de que aunque el Hospital da Barbanza nunca va a ser el Clínico sí puede ampliar las patologías que atiende. Y eso, reitero, es labor de todos, de los profesionales de este centro y de la población; el conseguir que nuestro hospital alcance las expectativas que todos tenemos puestas en él.
*José Manuel Fandiño es el coordinador del servicio de urgencias del hospital barbanzano.
análisis LA GESTIÓN DEL SERVICIO DE URGENCIAS EN EL centro asistencial BARBANZANO
Deben existir protocolos conjuntos con el Clínico, nuestra referencia
Es importante contar con personal formado en el manejo de pacientes críticos
Una labor en la que todos contamos
La lucha para ampliar las prestaciones del hospital debe implicar a toda la población
Día gris de noviembre, la lluvia no deja de martillear en las ventanas, el viento suelta la última hoja que era testigo del verano ya pasado, mientras tanto a las puertas del servicio de urgencias, una familia observa con inquietud como su familiar es introducido por el personal en una ambulancia medicalizada camino del hospital Clínico. Muchas preguntas no dejan de dar vueltas en la mente de esa mujer cogida de la mano por su hija a la que le han informado que su marido presenta un infarto agudo de miocardio y debe ser trasladado en UVI móvil a Santiago. Dicen entre ellas: ¿Porqué no se puede quedar mi marido y tratar el infarto aquí, en el Barbanza?. Esta escena ocurre todos los días en nuestro hospital.
Quizás en ese preciso instante es difícil entrar en el análisis de dicha situación, las prioridades claramente son otras, pero es nuestra responsabilidad, la de los profesionales que nos vemos implicados en la atención de estos pacientes, el dar respuesta a estos interrogantes.
Nuestro sistema de salud, pilar fundamental del estado de bienestar actual, consume gran parte de los presupuestos de las comunidades autónomas, por ello se hace necesaria una gestión eficiente, y mucho más en estos momentos de crisis. Dentro de la búsqueda de una gestión eficiente es donde un hospital comarcal tiene su razón de ser. Es una figura, con la atención primaria, que acerca el sistema sanitario a los usuarios en áreas que de otra forma quedarían alejadas de los grandes complejos. Por tanto, hospitales como el de Barbanza llenan de contenido una de las fortalezas de nuestro actual sistema: la equidad y la accesibilidad al mismo. Pero esto no quiere decir que debamos disponer de todos los servicios en todos los hospitales.
Especialidades
Ciertas prestaciones, tales como hemodinámica, neurocirugía, unidades de quemados, determinadas pruebas diagnósticas altamente tecnificadas? deben estar centralizadas en hospitales terciarios, tanto desde el punto de vista de un mejor aprovechamiento y rentabilidad de la tecnología como para lograr que sus profesionales puedan alcanzar altos niveles de excelencia.
Esto no implica, antes todo lo contrario, que la atención prestada en el hospital comarcal no llegue a esos niveles de excelencia, que sin duda se presta, sino que la cartera de servicios que puede ofertar, tiene unos límites, tanto en patologías como en técnicas, a partir de los cuales el paciente debe ser derivado al hospital de referencia para continuar la atención iniciada en el centro comarcal manteniendo durante dicho desplazamiento la misma atención que si se estuviese en el complejo sanitario.
En este sentido, es importante disponer de personal formado en la atención urgente-emergente y en el manejo de pacientes críticos en los traslados interhospitalarios, que dichos profesionales se encuentren disponibles las 24 horas del día los 365 días del año, contar con los medios adecuados para la realización de los mismos -ambulancias medicalizadas y convencionales- y de infraestructuras como son los helipuertos para situaciones muy específicas con patologías en las cuales el factor tiempo es tremendamente importante para la evolución posterior del paciente, y en la que los minutos significan tejido cerebral o cardíaco salvado.
Patologías concretas
Deben existir protocolos conjuntos con el Clínico, nuestro principal centro de referencia, así como con otros como el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña para los pacientes que presentan patologías medulares o quemaduras graves.
Esto que puede parecer un hándicap para los pacientes se compensa con las ventajas de un hospital pequeño y joven, el trato más familiar, la sensación de que no estamos en una gran institución en la cual uno no sabe bien a quién dirigirse, sino en nuestra casa, y eso debe conseguir que los pacientes se sientan parte del Hospital da Barbanza, siendo copartícipes de su defensa, de lograr que dentro de la lógica del no dispendio de los recursos, nuestras instalaciones cuenten con mayor número de los mismos y siga progresando para prestar una atención acorde con la evolución en el mundo de la sanidad.
Los pasos ya dados
Debemos recordar los pasos seguidos en este centro para el tratamiento de patologías prevalentes, como fue la puesta en marcha, desde hace años, de la fibrinolisis en el infarto agudo de miocardio, la llegada del programa TeleICTUS para iniciar el tratamiento del accidente cerebrovascular agudo isquémico. O también la ampliación del horario del servicio de hemodiálisis. Son ejemplos de que aunque el Hospital da Barbanza nunca va a ser el Clínico sí puede ampliar las patologías que atiende. Y eso, reitero, es labor de todos, de los profesionales de este centro y de la población; el conseguir que nuestro hospital alcance las expectativas que todos tenemos puestas en él.
*José Manuel Fandiño es el coordinador del servicio de urgencias del hospital barbanzano.
análisis LA GESTIÓN DEL SERVICIO DE URGENCIAS EN EL centro asistencial BARBANZANO
Deben existir protocolos conjuntos con el Clínico, nuestra referencia
Es importante contar con personal formado en el manejo de pacientes críticos
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