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Desbroces, arreglo de pistas y pozos de agua serán posibles con 230.000 euros
Son muchos los comuneros y ganaderos que creen firmemente que los incendios empiezan a apagarse entre el invierno y la primavera con una correcta política de prevención forestal. La Xunta, que el año pasado abonó con retraso el dinero necesario para ejecutar este tipo de proyectos, lleva meses completando los trámites para comenzar lo antes posible los trabajos para que el monte esté en las mejores condiciones cuando llegue el calor y, a la vez, afloren las nocivas voluntades de los incendiarios. Otra noticia que ha sentado muy bien entre quienes protegen y viven de estos parajes en la comarca es que este año el dinero que se destina a cada distrito forestal es el doble del que se otorgó en el curso pasado.
La Consellería do Mar e Medio Rural destina unos 230.000 euros a cada demarcación, lo que supone un aumento considerable si se tiene en cuenta que en el 2013 fueron algo más de 100.000 euros lo que se repartió entre cada distrito. Según explican en este sector profesional, los proyectos para acometer los trabajos de prevención fueron remitidos a la Xunta a principios de año. Desde entonces, la maquinaria burocrática no ha dejado de funcionar y ahora ya quedan pocas semanas para que los trámites de adjudicación -es un concurso de obra pública- finalicen y las empresas seleccionadas inicien la actividad.
Se trata, principalmente, de trabajos de desbroce, que, según relatan los comuneros consultados, este año serán más complejos por la intensa lluvia caída en los últimos meses y el clima cálido propio de esta época del año. Además, se prevé el arreglo de pistas forestales que, en muchos casos, se encuentran en mal estado por los efectos del mal tiempo que se vivió en la zona desde noviembre. Por último, algunos profesionales del monte señalan que también está previsto que se construya algún pozo de agua para que los helicópteros puedan servirse cuando lleguen las llamas.
Zonas quemadas
Al margen de las previsiones que maneja el Gobierno gallego, son muchos los comuneros que siguen trabajando a diario para mantener el monte en las mejores condiciones. Un ejemplo es Baroña, que, ayer mismo, tenía a su cuadrilla actuando en una zona que ardió el verano pasado para realizar también tareas de prevención. Estos trabajos, que continuarán durante las próximas semanas, consisten, principalmente, en cortar los troncos quemados, y que están secos, para evitar «que cando volva o lume sexan pólvora», explicó el presidente de la comunidad de montes de Baroña, Ovidio Queiruga. Esta entidad informó también de que llevan tiempo trabajando en pistas y accesos, en las que están desbrozando la maleza en previsión de que los incendios puedan adelantarse.
Son muchos los comuneros y ganaderos que creen firmemente que los incendios empiezan a apagarse entre el invierno y la primavera con una correcta política de prevención forestal. La Xunta, que el año pasado abonó con retraso el dinero necesario para ejecutar este tipo de proyectos, lleva meses completando los trámites para comenzar lo antes posible los trabajos para que el monte esté en las mejores condiciones cuando llegue el calor y, a la vez, afloren las nocivas voluntades de los incendiarios. Otra noticia que ha sentado muy bien entre quienes protegen y viven de estos parajes en la comarca es que este año el dinero que se destina a cada distrito forestal es el doble del que se otorgó en el curso pasado.
La Consellería do Mar e Medio Rural destina unos 230.000 euros a cada demarcación, lo que supone un aumento considerable si se tiene en cuenta que en el 2013 fueron algo más de 100.000 euros lo que se repartió entre cada distrito. Según explican en este sector profesional, los proyectos para acometer los trabajos de prevención fueron remitidos a la Xunta a principios de año. Desde entonces, la maquinaria burocrática no ha dejado de funcionar y ahora ya quedan pocas semanas para que los trámites de adjudicación -es un concurso de obra pública- finalicen y las empresas seleccionadas inicien la actividad.
Se trata, principalmente, de trabajos de desbroce, que, según relatan los comuneros consultados, este año serán más complejos por la intensa lluvia caída en los últimos meses y el clima cálido propio de esta época del año. Además, se prevé el arreglo de pistas forestales que, en muchos casos, se encuentran en mal estado por los efectos del mal tiempo que se vivió en la zona desde noviembre. Por último, algunos profesionales del monte señalan que también está previsto que se construya algún pozo de agua para que los helicópteros puedan servirse cuando lleguen las llamas.
Zonas quemadas
Al margen de las previsiones que maneja el Gobierno gallego, son muchos los comuneros que siguen trabajando a diario para mantener el monte en las mejores condiciones. Un ejemplo es Baroña, que, ayer mismo, tenía a su cuadrilla actuando en una zona que ardió el verano pasado para realizar también tareas de prevención. Estos trabajos, que continuarán durante las próximas semanas, consisten, principalmente, en cortar los troncos quemados, y que están secos, para evitar «que cando volva o lume sexan pólvora», explicó el presidente de la comunidad de montes de Baroña, Ovidio Queiruga. Esta entidad informó también de que llevan tiempo trabajando en pistas y accesos, en las que están desbrozando la maleza en previsión de que los incendios puedan adelantarse.
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