22 junio 2012

Paula convierte los tapones de plástico en piezas codiciadas


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En más de 200 puntos de recogida se han reunido ya unas 30 toneladas

La solidaridad puede adoptar formas diversas, y una buena muestra de ello ha podido verse en los últimos ocho meses con la incontable lista de iniciativas que se han llevado a cabo para recaudar dinero para el tratamiento de Paula, la niña de Boiro que nació sin sacro, que en agosto pasado no tenía posibilidades de poder caminar y que hoy está dando sus primeros pasos. De todas esas propuestas, una de las que más lejos ha llegado ha sido la campaña de recogida de tapones de plástico, una auténtica marea que ha permitido reunir toneladas y toneladas de una piezas muy codiciadas por quienes quieren poner su grano de arena.

En esta particular campaña han tenido una implicación fundamental los más pequeños, entre quienes se han dado verdaderas competiciones para ver quién lograba reunir más tapones. Esta sana «competencia» se ha dado también en el colegio de Esteiro, cuyos alumnos se emplearon a fondo en elaborar unos sacos personalizados en los que llenaron las piezas de plástico y con los que quisieron enviar a Paula mensajes de ánimo.

Estas bolsas se quedarán en casa de los abuelos de la pequeña de recuerdo, igual que una especie de mural que le regalaron con una foto de los niños de Muros y un mensaje optimista: «Co vento a favor».

Por toda la península

Asturias, Segovia, Madrid, Zaragoza, Córdoba o Valencia, e incluso una localidad portuguesa, son solo algunos de los lugares a los que ha llegado la campaña de recogida de tapones. En total, son más de doscientos los puntos en los que se coleccionan unas piezas de plástico que, aunque insignificantes en apariencia, cobran un gran valor si su destino es ayudar a Paula.

De la comarca han partido ya cinco camiones cargados hasta los topes de sacos y cajas llenos de tapas, lo que supone que son en torno a treinta las toneladas de plástico que se han enviado a las empresas que los compran. Y los que quedan dispersos todavía por toda la comarca: en colegios, sótanos particulares o el párking de Boiro todavía esperan miles de tapones.

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