05 agosto 2014

El desempleo sigue bajando y la cifra de parados es la menor desde el 2011

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ese a la mejoría, todavía hay 8.698 barbanzanos que buscan trabajo

El paro está dando este verano un largo respiro a Barbanza, propiciado, en gran parte, por el auge del turismo y la hostelería. Esta situación ni de lejos es nueva en una comarca que mira al mar y que cada estío se llena de visitantes. De hecho, lo normal y habitual es que baje el desempleo durante junio, julio e incluso agosto. Pero desde que la situación del mercado laboral está tan complicada cada descenso adquiere un significado especial. Y los números de este año, desde luego, son para destacar. En junio, la desocupación se redujo en 568 personas. Y en julio fueron 745 las que se dieron de baja de las listas del paro. Lo que indica que, en lo que va de verano, hay 1.313 demandantes menos.

Las cifras de los últimos meses, por tanto, son buenas. De hecho son las mejores registradas en la comarca desde el 2011. El problema es que, pese a ser los datos del paro más positivos del último trienio, la situación aún sigue siendo muy complicada. ¿Por qué? Continúa habiendo 8.698 barbanzanos que aspiran a encontrar trabajo. La cifra es bastante superior a las que se manejaban en la comarca los veranos de antes de la crisis.

En todo caso, lo positivo es que parece que la situación del mercado laboral va mejorando ligeramente en la comarca, al igual que lo hace en el contexto español y gallego. En el último mes, el desempleo bajó en todos los municipios de la zona. Los mayores descensos los firmaron Ribeira, Boiro y Noia. Solo en esos tres municipios, en el último mes, el paro cayó en 413 ciudadanos.

Empleo de distinta índole

Detrás del hecho de que el desempleo descienda en la comarca hay varias causas. Lógicamente, tiene que ver con la importancia del turismo y el auge de la hostelería en verano. Pero también con las contrataciones hechas por los concellos para la limpieza y vigilancia de playas o para las brigadas de incendios. Y, por supuesto, va en consonancia con el importante peso de la industria conservera, que mantuvo el tipo en los peores momentos de la recesión económica.

Ahora, la gran incógnita es qué ocurrirá los próximos meses. Lo normal es que conforme se acerque el otoño el paro vuelva a subir por el fin de las contrataciones ligadas al turismo, pero hay años que ese aumento es brutal y otros que se suaviza. Habrá que ver qué pasa este ejercicio. Y comprobar si Barbanza logra lo que desde que comenzó la crisis parece una odisea: mantenerse por debajo de los 10.000 desempleados.

En primera persona

Observando la evolución del empleo en lo que va de 2014 hay síntomas de mejoría. Pero esos indicios caen en saco roto cuando uno escucha las palabras de barbanzanos que forman parte de ese grupo denominado parados de larga duración. Ayer, un ribeirense con experiencia en la conserva, el sector comercial o las labores de auxiliar en el puerto hablaba de la siguiente manera: «Para mí no hay mejoría por ninguna parte. Busco trabajo de lo que sea y no me sale nada, ni en invierno ni en verano. Ya no puedo más. Te piden muchísimas cosas, muchos datos y al final todo queda en nada», indicaba. Este hombre, al que ya se le acabó la prestación, añadía: «Yo creo que tienen que cambiar las políticas, así no vamos a ir a ningún sitio, la situación es malísima».

Portavoces de colectivos que están ayudando a personas en riesgo de exclusión a buscar trabajo señalaban ayer también que, pese a la mejoría de las cifras, «queda moitísimo por facer».

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