11 enero 2014

Enfermeros del hospital de Barbanza se ponen la bata de pintores

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Ariel, aquel personaje de Disney al que siempre acompañaba el cangrejo Sebastián, se sentiría como en casa en el hospital de Barbanza. Y es que algunas de las paredes del área de Pediatría parecen formar parte del rodaje de La Sirenita. A los profesionales no les importó mancharse el uniforme para decorar una sala de juegos que ahora lleva por nombre A illa dos soños. Cambiaron el bisturí por la brocha y en sus ratos libres fueron dibujando con mucho esmero y como si la habitación fuese la mismísima Capilla Sixtina. La iniciativa partió del personal de enfermería y contaron con la colaboración de los médicos y de la dirección del centro asistencial.

Nuevos retos

Cuentan los médicos que en este espacio los niños se sienten mejor, que han encontrado un lugar al que acudir para hacer volar su imaginación y que más de uno se resiste a volver a la habitación cuando los sanitarios así lo requieren.

La intención de estos pintores que también saben curar es seguir dulcificando las instalaciones del área de pediatría.

La sala de fisioterapia infantil podría ser su próximo centro de operaciones. Deberán trabajar con agilidad, ya que esta sala no podrá estar inoperativa durante muchos días. Ya tienen la pintura e ilusión a raudales.

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