10 abril 2012

El nivel de ocupación hotelera en Semana Santa fue inferior al 50%

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Hay excepciones, pero el balance es negativo en la mayoría de los casos

La ocupación hotelera en Semana Santa no fue buena en la comarca de Barbanza. «É polos cartos, que non os hai», reconocían ayer desde el hotel Áncora de Ribeira. Y eso que la cifra que facilitan en su caso -en torno a un 60 % el Jueves y Viernes Santo- no se rozó, ni de lejos, en otros. «Nin ao 30 %», confirmaban desde el Agro da Moa de Rianxo, dejando caer un «e se isto non cambia...». Esa misma cifra es la que aportan desde Val de Nebra, de Porto do Son: «Frouxiño. Sempre tes a esperanza de que sexa algo mellor, pero a crise é a crise». Solo iniciativas puntuales, como el campeonato de España de vela celebrado en el náutico de Portosín, consiguió elevar, por ejemplo, las cifras de hoteles como O Noso: «O 90 % da xente que houbo foi diso. Do contrario, nada».

«Muy flojo», resumen también desde el hotel Muradana, de Muros. Hablan de entre un 40 y un 50 % en cuanto a pernoctaciones. Bastante mejor les fue en el restaurante: «Estivo cheo. Xente había, pero non quedaba», apuntan. La calificación de «frouxiño» la dan también desde el Oca Río Azor de Ribeira, con la mitad de sus camas completas: «O tempo dos últimos días influíu bastante, e tivemos varias cancelacións, pero máis ca iso só, penso que é un cúmulo de cousas», explicaban ayer desde este establecimiento hotelero.

Crisis, tiempo y esperanza

Esa conjunción de factores se refiere, sobre todo, a dos. Primero, el mal momento económico, cuestión a la que todos los empresarios responsabilizan de la bajada de ocupación con respecto al año pasado. En segundo lugar, estaría el tiempo. La lluvia del jueves y el viernes en algunos puntos, afirman, por ejemplo, desde establecimientos como el hotel Cabío pobrense, «prexudicou moitísimo». Aquí, se quedaron en un 30 %. También desde la Casa do Prado de Abanqueiro (Boiro) dicen que «foi un pouco por todo, pero os malos días influíron».

Las expectativas -y eso que muchas ya eran pesimistas, pese a las tarifas estancadas- no se cumplieron en la mayoría de los casos. Aun así, como en todo, hay excepciones: el hotel Lombiña de A Pobra tuvo el 80 % de sus habitaciones llenas. También en el Pesqueira del Tambre de Noia afirman que, «afortunadamente, foi moi ben», pero no ocurrió así en todo el municipio: el Park Hotel cifraba incluso en menos del 10 % la ocupación de jueves a domingo. En el albergue Casa Pila de Lira solo tuvieron dos personas un día, y en el Miramar de Carnota apuntan que, si algo ayudó, fue el mercado celebrado durante esta Semana Santa, pero, por lo demás, la ocupación, «fatal». Para explicar la disparidad, algunos empresarios señalan, en el caso de los que dan buenos datos, hacia la existencia de un público fijo. Dos casas rurales, una en Rianxo y otra en a Pobra, estuvieron llenas. No fue, no obstante, lo habitual. Ahora, las esperanzas están puestas en el verano.

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