01 diciembre 2011

Una conservera y una ciudad que navegan juntas


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Más de 600 personas acudieron el pasado martes a la inauguración de la escultura que reconoce el trabajo de la conservera Frinsa a lo largo de su ya medio siglo de actividad. Arropando al presidente de la compañía, Ramiro Carregal Rey, estaban sus hijos, Lourdes y Jorge Carregal Varela. Ante una concurrida plaza de España, el empresario aprovechó su intervención no solo para agradecer el gesto del Concello y la ciudad, sino también para hacer historia de sus inicios en Ribeira y para dejar claras cuáles serán las bases de futuro.

Vivencias de la infancia

También echó la vista atrás el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz Rivas, quien aseguró que «Frinsa foi parte da miña vida». Señaló que durante cuarenta años fue vecino de la factoría, ya que vivía muy cerca de donde se implantó la primera fábrica, en 1961. También manifestó que tuvo el orgullo de llevar su nombre como jugador de fútbol y de fútbol sala, ya que el grupo conservero siempre se ha caracterizado por apoyar el deporte. Además, el regidor aludió a la faceta solidaria de la firma y recordó, por ejemplo, cuando gracias a su aportación pudo habilitarse un aparcamiento en la zona antaño conocida como Campo da Feira.

Música de nivel

El acto destacó por la excelente organización y por la sencilla pero armoniosa puesta en escena. El maestro de ceremonias fue el técnico cultural Unai González, quien se encargó de repasar la historia de Frinsa y del reciente acuerdo plenario en el que se decidió dar el nombre de la principal calle del polígono de Xarás al presidente de la empresa. Durante el acto hubo varias actuaciones musicales. La primera fue la de Ángel Blanco, profesor de violonchelo del Conservatorio de Música de Ribeira, que interpretó una pieza de Bach. El cierre de la cita correspondió a la Coral Polifónica de Ribeira, dirigida por Enrique Paisal, que interpretó tres piezas.

Elevada afluencia

Entre la elevada afluencia de asistentes había muchas caras conocidas, como el senador José Luis Torres, que no pudo quedarse hasta el final porque tenía un encuentro con el presidente de la Xunta; el director del hospital, Luis González; el mandatario sonense, Luis Oujo; el ex regidor y presidente del Náutico de Ribeira, José Antonio Ventoso, acompañado de Manuel González Benito, que también fue dirigente de la entidad deportiva. No faltaron, desde luego, los jefes de la Policía Local y Nacional, José Brandariz y José García, respectivamente, como tampoco lo hicieron diversos concejales del equipo de gobierno, ni el patrón mayor, José Pérez, ni el presidente de la patronal, José Paz. Al término del acto, el presidente de Frinsa e hijo adoptivo de Ribeira tuvo la oportunidad de recibir el saludo de numerosos vecinos que quisieron transmitirle su felicitación.

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