20 noviembre 2011

El hospital deriva una media de tres pacientes al día a Santiago

:logo-lvg: | Barbanza

Algunos van a hacerse pruebas y otros necesitan ser ingresados en la UCI

No todas las comarcas gallegas cuentan con un hospital en sus proximidades. En algunas, como la del Deza (Pontevedra) se luchó durante años sin éxito para tenerlo. Barbanza dispone del de Oleiros, lo cual evita a los ciudadanos de Ribeira, A Pobra, Porto do Son, Boiro y Lousame muchos viajes a la capital compostelana. Sin embargo, esto no significa que un centro comarcal como el ribeirense tenga una cartera de servicios suficientes como para que no haya que ir a los grandes complejos sanitarios gallegos. Todo al contrario, el traslado de pacientes del hospital barbanzano al Clínico es continuo: se derivan a Santiago una media de tres pacientes cada día. En lo que va de año pasa de los mil enfermos que, por una cuestión o por otra, fueron trasladados desde las instalaciones de Oleiros hasta Compostela.

¿Por qué se desplaza a tantos pacientes? La pregunta tiene varias respuestas. Para empezar, son muchas las personas que, aunque se tratan en Barbanza, necesitan pruebas que aquí no se les pueden hacer. Por ejemplo, no siempre en Oleiros es posible realizar una resonancia, por lo que si un usuario la necesita suele ser trasladado. También se envían muchos enfermos a Santiago para que les vean en especialidades que en el centro comarcal no hay. Es el caso de la neurocirugía.

Determinadas jornadas

A veces, en el hospital sí hay la especialidad, pero no siempre está disponible un médico de la misma. Por ejemplo, el cardiólogo suele estar determinados días de la semana. Si hay un enfermo que necesite ser visto por un especialista de este ramo en su ausencia tiene que ser derivado a Santiago.

Luego están otro tipo de casos. Los que, a priori, revisten mayor gravedad. Se trata de pacientes que requieren ser ingresadas en una UCI, una unidad con la que no suelen contar los hospitales comarcales y que, por tanto, no hay en el de Oleiros. Entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año se derivaron a Santiago 412 personas que necesitaron viajar en una UVI, bien por la gravedad de su patología o porque permanecían inestables.

Las cifras suelen mantenerse año tras año. Basta señalar que el ejercicio pasado, en total, se trasladaron del hospital barbanzano a Santiago 1.138 enfermos y que a 31 de octubre de este año iban 1.024, por lo que los datos son similares. Igualmente pasa con los que van camino de la UCI. En el 2010 fueron 534 y este 412, por lo que es muy probable que cuando suenen las campanadas los números sean casi idénticos.

Tres son las opciones que se utilizan para enviar pacientes a Santiago. Por una parte, las ambulancias convencionales, perfectamente preparadas para llevar a quienes permanecen estables y van a hacerse alguna prueba. Luego están las medicalizadas, aquellas en las que viajaban los pacientes inestables o cuyo estado reviste una gravedad importante. Y, por último, desde julio del año pasado, el complejo ubicado en Oleiros dispone del helipuerto. Sin embargo, solamente se usó en doce ocasiones.

La ventaja de la autovía

Fuentes hospitalarias señalaron lo positivo que fue para los traslados interhospitalarios el hecho de que haya una autovía. No en vano, además de ganarse minutos al volante, se evita que el paciente tenga que ir por un vial con curvas sinuosas o con un firme en mal estado. Solo en contadas ocasiones los traslados, en vez de al Clínico, son a otros centros. Por ejemplo, en el caso de los quemados graves o los lesionados medulares suelen ir directamente a A Coruña.

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