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Los regidores de la comarca reclaman flexibilidad para que el reintegro del dinero no suponga un descalabro económico en los presupuestos
La participación de los ayuntamientos en los tributos del Estado es cada vez menor y, por encima, en los dos últimos ejercicios las previsiones han salido peor de lo esperado y los ayuntamientos tienen que devolver a las arcas de la Administración central parte del dinero que recibieron. Según la liquidación correspondiente al ejercicio 2009, que acaba de practicar el Ministerio de Economía y Hacienda, los concellos de la comarca tienen que reintegrar 2,6 millones de euros.
El motivo por el que los ayuntamientos tienen que devolver dinero al Estado se debe a que este efectuó unas previsiones de ingresos que no se cumplieron. Ante esta situación, el regidor lousamiano, Santiago Freire, señala: «Verémonos nesta situación mentres non se compensen as liquidacións que se fixeron de forma inflada».
Carnota es la excepción
Según los datos de la página del Ministerio de Economía, Carnota es el único concello que se libra del pago. Quienes deben retirar fondos de las arcas municipales, como es el caso del outiense Carlos López Crespo y la muradana Caridad González, reclaman al Estado flexibilidad a la hora de reintegrar el dinero.
Regidores como el pobrense Isaac Maceiras indican que, entre este año y el pasado, la cantidad a devolver ronda el medio millón de euros. No duda en calificar la noticia como un duro golpe, e indica: «O que nos deron nas obras do Plan E quitánolo agora en gasto corriente».
Santiago Freire ha echado cuentas y explica que, en el presupuesto lousamiano, el reintegro implica una reducción del 15%. Asegura que esta situación trastoca todo el plan económico municipal «que xa está ao milímetro. Nós, ao final, somos os paganos desta historia».
Tanto el rianxeiro Adolfo Muíños como la muradana Caridad González señalaron que iban a analizar la cuestión con los departamentos de intervención para conocer su repercusión real.
A esto se une que no están previstos más planes anticrisis y que los concellos han visto recortados los fondos de otras Administraciones.
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A este gobierno ya se le terminó el cuento de la lechera, lo malo es que ahora somos el pueblo los que tenemos que pagar sus despilfarros.
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