14 julio 2011

Las urnas consolidan a los alcaldes que aprobaron planes urbanísticos

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Las elecciones de mayo tumbaron el rancio discurso asentado durante décadas en una mayoría de concellos de que la buena práctica urbanística quita votos. El mito del castigo en las urnas que los regidores invocaron tradicionalmente como disculpa para seguir acomodando el urbanismo al capricho de los vecinos y posponer la elaboración del plan general (PXOM) saltó por los aires en las municipales. De los 44 alcaldes que en la pasada legislatura desafiaron ese criterio y concurrieron a los comicios con un nuevo planeamiento adaptado a la Lei do Solo, 37 revalidaron el cargo.

Es más, buena parte de ese 84 % de regidores que incluyeron el nuevo planeamiento entre el balance de su gestión del anterior mandato obtuvieron más apoyos que en las elecciones del 2007, y muchos disponen en esta nueva etapa de una mayoría reforzada. Los casos de cambio de gobierno son, por tanto, minoritarios, y difícilmente pueden imputarse a la apuesta por cumplir la ley y adaptar el urbanismo municipal a la normativa autonómica.

De los 44 concellos que se dotaron de nuevo planeamiento en la pasada legislatura municipal, 17 son de la provincia de A Coruña: Arzúa, Boimorto, Curtis, Oleiros, Paderne, A Pobra do Caramiñal, Santiago, Sobrado dos Monxes, Toques, Vedra, Zas, Dodro, Laxe, Muros, Outes, Teo y Touro. La relación incluye siete ayuntamientos lucenses: Castroverde, Paradela, Rábade, Ribas de Sil, Lugo, Pedrafita y Sober. En la provincia de Ourense, 16 municipios sacaron adelante su PXOM en el anterior mandato: Amoeiro, Avión, Castelo do Val, Esgos, Laza, Melón, Paderne de Allariz, Sandiás, Taboadela, Vilardevós, Beade, Arnoia, Cenlle, Cualedro, Rairiz y Vilar de Barrio. Completan la lista los ayuntamientos pontevedreses de Rodeiro, Tui, Valga y Vigo.

Las excepciones a la consolidación de los equipos de gobierno que recibieron la notificación de la Xunta a los nuevos planeamientos se localizan en Santiago, Toques, Vedra, Dodro, Muros, Vilardevós y Rodeiro, donde las urnas decidieron mudanzas en sus alcaldías.

Más de seis años de trámites

Pero la tramitación del planeamiento urbanístico tiene otra lectura complementaria en la demora de ese proceso. La mitad de los 220 concellos que trabajan en la redacción de su PXOM llevan más de seis años embarcados en esa empresa. Esta falta de agilidad en la tramitación también actúa como un factor disuasorio entre los concellos. A finales del 2010, la Xunta computó 70 municipios que, dos años después de aprobar inicialmente sus planes, no habían vuelto a dirigirse a la Secretaría Xeral de Urbanismo para completar los procedimientos.

El presidente de la Federación Galega de Municipios (Fegamp), el socialista Carlos Fernández, advierte en esa lentitud en la tramitación el primer temor de los concellos a la hora de afrontar la redacción de su plan urbanístico. «Ese segue a ser o principal problema. Neste momento en que o auxe promotor de hai uns anos está a cero, bótase en falla máis axilidade», subraya Fernández. Precisamente, la procura de mayor agilidad al planeamiento es uno de los objetivos con los que el Gobierno de Feijoo encara la elaboración de una nueva Lei do Solo más simple y concreta que la que el último Ejecutivo de Fraga aprobó en diciembre del 2002, y que acumula ya ocho reformas.

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