27 enero 2010

La escasa demanda provoca la caída de la cotización del pulpo en la mayoría de las lonjas barbanzanas

:lvg: | 27/1/2010
«Isto non hai quen o resista». Así se expresaba ayer un naseiro de Ribeira sobre la cotización del cefalópodo en las últimas semanas. Y razones no le faltan. El más barato se pagó en la rula de Santa Uxía a 2,8 euros, una cantidad considerada de ridícula. El motivo de esta eventualidad se debe, según explicaron fuentes del sector, a la estrepitosa caída de la demanda porque la mayoría de las empresas que se dedican a comprar y congelar esta especie tienen los almacenes llenos y también debido a la importación.

«O polbo non ten carné de identidade», apuntaba un marinero, por lo que los consumidores «cando o compran, non preguntan de onde é», subrayó.

Desde la lonja ribeirense señalaron que normalmente en los meses de enero esta especie suele caer algo todos los años, pero «non se recorda nada parecido coma nesta ocasión».

El cefalópodo más barato está entre los 2,8 y los 3 euros el kilogramo y el más caro, las piezas de mayor tamaño, no supera los 5,5 euros. La cotización media en las últimas semanas quedó fijada en los 4,3 euros el kilogramo, una cuantía «moi por debaixo da súa calidade», afirman desde el recinto de ventas de Ribeira.

Importación

Los lamentos sobre la cotización del cefalópodo también suenan con fuerza en el puerto de Muros. El portavoz del colectivo de artes menores, Diego Vázquez, destacó que no recuerdan en los últimos años una situación parecida: «A verdade é que nunca vin que se pagara tan pouco. O máis barato está a menos de tres euros o quilo, polo que é moi difícil saír ao mar e comprobar que o teu traballo apenas se paga».

Para este marinero, las importaciones están detrás de esta situación, aunque también apuntó que la mayoría de las empresas gallegas que se dedican a congelar el producto «están saturadas e teñen as cámaras cheas». Por último, indicó que en las últimas semanas está habiendo mucho pulpo, por lo que si se respetan los topes «haberá boa campaña», subrayó.

La caída de los precios también se dejó notar en Lira. El más barato cotizó en la rula de la localidad a 2,5 euros el kilo.
Es más facil echarle la culpa al mensajero, cuando parte del sector  tiene mucha parte de culpa. Todo el mundo sabe que cuanto más oferta hay, más bajan los precios y si a esto añadimos, que sin pasar por las lonjas, se vende inmaduros y talla legal, podemos entender aun más la bajada de precios.

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