04 septiembre 2009

Raúl Cama: "Necesito volver al mar porque es mi vida y tengo cuatro hijos"

:ecg: | 04/09/2009
Raúl Cama, un peruano de 35 años, fue uno de los dos supervivientes del naufragio ocurrido el pasado fin de semana en Portosín ·· Rechaza cobrar el paro, por lo que ya está buscando un nuevo barco en el que enrolarse

Edwin Raúl Cama Alarcón, un peruano de 35 años, fue uno de los dos supervivientes de la tragedia ocurrida en Portosín el pasado sábado, en la que falleció un pescador al volcar su embarcación por un golpe de mar. Precisamente el barco, Furacán, fue reflotado ayer y trasladado a un astillero de O Freixo.

_ ¿Creo que ya conoce bien la furia del mar y a pesar de ello no puede vivir lejos de la costa?
_ A lo largo de mi vida ya he superado otro naufragio en mi país. Desde muy joven soy pescador y necesito trabajar pues tengo mujer y cuatro hijos que viven de mi sueldo.

_ ¿Cuánto tiempo lleva en España?
_ Llevo dos años viviendo en Noia y salía a pescar de forma habitual en el Furacán desde hacía tres semanas.

_ ¿Qué tiene previsto hacer ahora?
_ Sólo quiero volver al mar para ganarme la vida, por lo que no tengo previsto acogerme a la prestación de desempleo.

_ ¿Está buscando un nuevo barco?
_ En los últimos días me fue imposible buscar trabajo porque estoy gestionando, con la ayuda del capitán marítimo de Noia, la recuperación de mi documentación que se perdió con el barco, pero a partir de mañana voy a visitar a varios patrones a ver si me dan trabajo, y desde estas páginas también me gustaría hacer un llamamiento por si algún armador me quiere contratar.

_ Su familia quedó en Perú. ¿Cuánto tiempo hace que no la ve?
_ Desde que me vine para Noia hace dos años, aunque tenía la ilusión de irme en noviembre a visitarla, pero ahora me quedaré hasta el verano para aprovechar la campaña marisquera.

_ ¿Aún tiene en su mente los detalles del naufragio del sábado?
_El accidente se produjo poco después de recoger las nasas cerca de la isla de A Creba cuando nos dirigíamos rumbo a Portosín. En ese momento comenzó a soplar el viento con fuerza y a levantarse mucho mar, que nos obligó a mí y al otro tripulante a sujetar las nasas para que no se escorasen. Poco después y sin darme cuenta la embarcación volcó y me hundí con la ropa de aguas alcanzando la superficie a gatas y agarrándome al barco.

_ ¿Qué pasó después?
_ Los tres nos juntamos para darnos calor, ya que el agua estaba muy fría y comenzamos a gritar a los barcos que pasaban por nuestro lado pero no nos vieron. El otro marinero y yo saltamos cuando la embarcación estaba a punto de hundirse pero el patrón estaba muy nervioso y desapareció con ella.

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